En un momento en el que las tecnológicas globales entran en un nuevo ciclo impulsado por la inteligencia artificial, Microsoft (MSFT) vuelve a situarse en el centro de atención. Aunque el precio de sus acciones ha registrado leves fluctuaciones a corto plazo, sus sólidos fundamentales y un ecosistema de IA en rápido crecimiento convierten los niveles por debajo de 500 $ en una oportunidad especialmente atractiva para quien busca invertir a largo plazo.
Ante la fuerte demanda de servicios en la nube y la acelerada proliferación de soluciones de IA, Microsoft sigue siendo uno de los gigantes tecnológicos con mayor potencial de crecimiento estructural.
Microsoft ha vuelto a ofrecer unos resultados sobresalientes en su último informe financiero. En el tercer trimestre de 2025 (equivalente al primer trimestre de su ejercicio fiscal 2026), los ingresos alcanzaron los 77,7 mil millones de dólares, un 18,4 % más que el año anterior, la mayor subida trimestral desde 2022. Destaca el crecimiento del 40 % interanual en los ingresos de Azure y otros servicios cloud, con una demanda tan alta que ni siquiera la rápida ampliación de capacidad logró satisfacerla por completo.
La cartera comercial se disparó un 51 % hasta los 392 mil millones de dólares, sentando una base sólida para el crecimiento futuro de los ingresos. Los ingresos por Windows OEM y por publicidad en búsquedas crecieron un 6 % y un 16 %, respectivamente, lo que muestra una estructura de ingresos cada vez más optimizada y diversificada en Microsoft.
El crecimiento de la nube en Microsoft ya no se basa solo en el entusiasmo generado por la IA y Copilot, sino también en profundas mejoras de infraestructura y una demanda empresarial cada vez mayor. Los ingresos del segmento Intelligent Cloud alcanzaron los 30,9 mil millones de dólares, un 28 % más interanual; los ingresos totales de Microsoft Cloud aumentaron un 26 % hasta aproximadamente 49,1 mil millones de dólares.

(Fuente: tipranks)
Microsoft está consolidando un potente círculo virtuoso de crecimiento que integra nube, IA y herramientas de productividad, lo que lleva a sus clientes empresariales a incrementar la inversión en datos, computación y automatización.
La evolución financiera de Microsoft es igualmente destacada, con un margen EBITDA que alcanza el récord del 60 %, impulsado sobre todo por las áreas de software y suscripción de alto margen (Microsoft 365, Dynamics, GitHub) y el modelo de actualización de pago de Copilot, su servicio de IA de valor añadido.
Pese a intensificar la inversión en infraestructura (el gasto de capital trimestral alcanzó los 34,9 mil millones de dólares), Microsoft generó un robusto flujo de caja libre de 25,7 mil millones de dólares, lo que pone de manifiesto su extraordinaria capacidad de generación de efectivo y eficiencia operativa. El margen bruto cloud descendió levemente al 68 % a corto plazo, reflejando los costes iniciales de ampliar la capacidad de servidores de IA y GPU, pero se espera que estas inversiones generen a largo plazo ingresos de software y servicios de mayor valor.
La estrategia de IA de Microsoft avanza con rapidez, como refleja el contrato a largo plazo de Azure con OpenAI, valorado en hasta 250 mil millones de dólares, que refuerza significativamente la visibilidad y sostenibilidad de su negocio cloud. Además, Microsoft ha firmado un acuerdo de 9,7 mil millones de dólares a cinco años con IREN para estabilizar su cadena de suministro de GPU, y está ampliando la capacidad de sus centros de datos en Texas y Emiratos Árabes Unidos. Estos movimientos demuestran cómo Microsoft refuerza de manera constante su base tecnológica en IA, sentando las bases para la próxima oleada de ingresos y beneficios.
Aunque el PER actual de Microsoft ronda las 31 veces, las perspectivas de un crecimiento sólido y de doble dígito en los ingresos y el BPA sugieren que la cotización no está sobrevalorada. Si el BPA del ejercicio 2026 se sitúa entre 15,5 y 16,5 dólares, la ratio PEG será de aproximadamente 2, considerada razonable, o incluso baja, para una compañía con flujo de caja estable y una tendencia de crecimiento impulsada por la IA.
Los analistas siguen apostando fuerte. Según el último consenso de mercado, los 34 analistas consultados otorgan a Microsoft una calificación de “compra fuerte”, con un precio objetivo medio de 633 dólares, lo que implica un potencial de revalorización de alrededor del 25 %.
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La historia de crecimiento de Microsoft ha superado la mera expansión cloud para integrar la IA, la productividad y los ecosistemas empresariales. Con una estructura financiera sólida, una oferta de productos líder y un compromiso cada vez mayor con la IA, Microsoft mantiene su impulso alcista. Para el inversor a largo plazo, el rango de precios actual puede suponer una oportunidad clave para participar en una empresa central en el corazón de la era de la inteligencia artificial.





