
Imagen: https://www.gate.com/trade/BTC_USDT
MicroStrategy (actualmente denominada “MicroStrategy”) ha cimentado su reputación manteniendo grandes volúmenes de Bitcoin (BTC) a largo plazo. A fecha de noviembre de 2025, la empresa reportó un total de 650 000 BTC en portafolio. Sin embargo, tras la fuerte volatilidad reciente del precio de Bitcoin—de una proyección anterior de 150 000 $ a un mínimo de aproximadamente 80 660 $ al cierre de noviembre—han surgido dudas sobre el balance y la liquidez de la compañía.
Por ello, MicroStrategy ha adoptado una política financiera más conservadora: conservar sus tenencias de Bitcoin e implementar un mecanismo de reservas de efectivo.
El 1 de diciembre de 2025, MicroStrategy comunicó la creación de una reserva de efectivo de 1.440 millones de dólares destinada a respaldar el pago de dividendos preferentes y a atender sus obligaciones de deuda. MicroStrategy financió esta reserva con los ingresos de una oferta en el mercado de acciones ordinarias Clase A. Según la compañía, la reserva cubre actualmente al menos 12 meses de compromisos de dividendos, con la intención de ampliar la cobertura a 24 meses o más.
En relación con el valor empresarial y la estructura patrimonial de la compañía, la reserva de efectivo de 1.440 millones representa aproximadamente el 2,2 % del valor empresarial de MicroStrategy, el 2,8 % de su patrimonio neto y cerca del 2,4 % del valor de sus tenencias en Bitcoin.
La volatilidad reciente del precio de Bitcoin implica riesgos de liquidez para las empresas con alta exposición a Bitcoin. Depender exclusivamente de activos digitales puede dificultar el pago de dividendos o deudas. Al establecer una reserva de efectivo, MicroStrategy incorpora una capa adicional de protección frente a las oscilaciones del mercado.
MicroStrategy debe abonar dividendos e intereses a los accionistas preferentes y acreedores. Cuando el precio de Bitcoin cae, disponer de una reserva de efectivo garantiza el cumplimiento de estos compromisos sin tener que liquidar las tenencias de Bitcoin.
La creación y comunicación pública de una reserva de efectivo contribuye a disipar la inquietud del mercado ante la volatilidad de precios, vuelve más atractivas las acciones preferentes y los bonos para inversores adversos al riesgo y refuerza la estabilidad de la empresa en los mercados de capitales.
Algunos analistas y actores del mercado mantienen una actitud cautelosa. Disponer de una reserva de efectivo evita la necesidad de vender grandes cantidades de Bitcoin en el corto plazo. No obstante, un deterioro del mercado podría obligar a liquidar Bitcoin, lo que contradiría la tradicional filosofía de «comprar y mantener» de MicroStrategy. Además, la captación de capital mediante la emisión de acciones ordinarias (dilución) puede perjudicar los intereses de los accionistas actuales y de los tenedores de acciones preferentes, presionando la estructura de capital y la rentabilidad del accionista.
Aunque la reserva de efectivo garantiza el pago de dividendos, si Bitcoin no recupera los niveles previos, los objetivos globales de beneficio de la empresa, como los resultados de fin de año y la rentabilidad de los activos en Bitcoin, ya han sido revisados a la baja.
Con la creación de una reserva de efectivo de 1.440 millones de dólares, MicroStrategy ha dado un paso defensivo clave en un entorno de alta volatilidad del mercado de Bitcoin y creciente incertidumbre macroeconómica. Al equilibrar activos digitales con reservas de efectivo tradicionales, la empresa refuerza sus compromisos con accionistas preferentes y acreedores, y mejora su liquidez y resiliencia financiera. Si el precio de Bitcoin se recupera, MicroStrategy se beneficiará tanto de la revalorización del capital como de dividendos estables. Si los precios permanecen bajos, la reserva de efectivo será fundamental para afrontar los desafíos. La compañía debe gestionar de forma eficiente los intereses de los accionistas, la dilución y el valor de los activos.
Para el sector de criptoactivos en general, la iniciativa de MicroStrategy marca un nuevo estándar para grandes tenedores institucionales: demuestra que, incluso en mercados muy volátiles, la adopción de estrategias de gestión financiera prudentes y tradicionales puede favorecer tanto el crecimiento como la estabilidad.





