
Proof of Burn (PoB) es un mecanismo de consenso en el que los participantes obtienen peso en la red o derecho de participación al destruir de forma permanente tokens. Los usuarios envían sus tokens a una dirección de la que no pueden recuperarse, asumiendo este coste irreversible a cambio de privilegios en el registro o participaciones en nuevos activos.
En el ecosistema blockchain, la destrucción se realiza a través de direcciones de quema. Estas direcciones funcionan como agujeros negros: no existen claves privadas para acceder a ellas, por lo que los tokens enviados quedan completamente inutilizables. Los participantes demuestran públicamente un sacrificio irreversible en la cadena y la red asigna peso o recursos en función de esta prueba.
El principio básico de PoB es el “coste verificable e irreversible”. Los participantes envían tokens a una dirección de quema; el hash de la transacción y los cambios de saldo quedan totalmente transparentes en la cadena, permitiendo que cualquiera verifique estas contribuciones.
En algunas redes que emplean PoB, cuantos más tokens quemes, mayor será tu peso de minería, es decir, tu probabilidad de ser seleccionado para validar nuevos bloques. Algunos modelos incorporan una reducción progresiva del peso para evitar que las grandes quemas iniciales otorguen dominio permanente.
Técnicamente, la quema puede producirse de dos formas principales:
PoB convierte el coste de un atacante en un gasto irrecuperable. Para obtener suficiente influencia y comprometer la red, el atacante debe quemar primero una cantidad significativa de activos, costes que no pueden recuperarse tras el ataque, lo que eleva la barrera económica frente a comportamientos maliciosos.
A diferencia de la garantía reversible (como en algunas formas de staking), la quema es definitiva y representa una señal de compromiso sólida. Además, todos los registros de quema son visibles en la cadena, haciendo que las inversiones de los participantes sean transparentes y sujetas a supervisión comunitaria.
No obstante, la seguridad no es absoluta. Si la influencia se determina principalmente por el volumen de quema, los participantes con mayor riqueza pueden tener ventaja. Los sistemas deben mitigar los riesgos de centralización mediante tasas de reducción, límites o mecanismos multifacéticos.
Las aplicaciones habituales de PoB incluyen:
Es importante distinguir que el EIP-1559 de Ethereum (introducido en 2021) quema las comisiones base de gas como mecanismo de ajuste de tarifas y control de inflación, pero no utiliza la quema como peso de consenso para PoB.
En transacciones de tokens, los mecanismos de quema son comunes en la tokenómica deflacionaria. En Gate, puedes consultar los anuncios de proyectos para ver registros de quema y monitorizar cambios en el suministro circulante; utiliza exploradores de blockchain para verificar las transacciones de quema reales.
Las etapas de participación varían según el proyecto, pero normalmente incluyen:
Paso 1: Confirma si el proyecto usa PoB para el consenso o la distribución. Consulta el whitepaper y la documentación oficial para aclarar los tipos de activos, formatos de dirección y métodos de cálculo del peso.
Paso 2: Prepara los activos que se pueden quemar y realiza una evaluación de riesgos. Las quemas son irreversibles: una vez enviados a una dirección de quema, los activos no se pueden recuperar.
Paso 3: Ejecuta la transacción de quema en la cadena. Utiliza las carteras o herramientas indicadas por el proyecto para enviar los activos a la dirección oficial de quema; guarda el hash de la transacción para futuras pruebas y verificaciones.
Paso 4: Obtén y configura tu derecho correspondiente. Si la quema está vinculada al peso de minería, sigue las instrucciones para iniciar o configurar tu nodo; en casos de emisión de activos o interoperabilidad, reclama los nuevos activos o completa el proceso de acuñación en la cadena de destino según lo indicado.
En el caso de tokens transaccionales, monitoriza los anuncios de quema de Gate y los hashes en la cadena; no confíes únicamente en afirmaciones de marketing. Ten cuidado con las transferencias regulares que se presentan erróneamente como quemas.
La diferencia fundamental radica en el tipo de recurso invertido:
Comparativa: PoB reduce el consumo energético y ofrece transparencia en la cadena, pero puede favorecer a los participantes con mayor riqueza; PoW es maduro y descentralizado, aunque intensivo en energía; PoS ofrece mejor eficiencia de capital, pero requiere mecanismos sólidos de slashing y gobernanza.
Los principales riesgos incluyen:
Al operar tokens con mecanismos de quema, combina la información oficial con pruebas en la cadena y auditorías externas; aplica una gestión prudente de fondos y diversifica el riesgo.
En 2025, PoB sigue siendo un mecanismo de nicho, empleado principalmente como herramienta económica en procesos de emisión y flujos entre cadenas, más que como modelo de consenso principal en grandes blockchains. Las tendencias clave incluyen:
En líneas generales, PoB es adecuado para escenarios que exigen una prueba de coste clara, pública e irreversible. Su adopción a escala de consenso aún requiere más experiencia práctica y de gobernanza.
Proof of Burn convierte los activos destruidos permanentemente en un coste de participación verificable que refuerza las garantías de seguridad de la red. Se emplea para asignar derechos de minería, emitir nuevos activos y facilitar operaciones entre cadenas; pero, frente a PoW y PoS, difiere en el tipo de recurso y la estructura de riesgos. Verifica siempre las direcciones de quema y las pruebas en la cadena antes de participar; comprende si la quema sirve para el consenso o el diseño económico del proyecto. En plataformas como Gate, combina anuncios y datos de circulación para una evaluación prudente.
Proof of Burn es un mecanismo de consenso en el que los participantes destruyen (queman) criptomonedas para obtener recompensas de bloque y derechos de validación. A diferencia de la minería tradicional, que exige una gran potencia computacional, PoB utiliza el coste económico para disuadir actividades maliciosas; los fondos invertidos se destruyen de forma permanente como prueba de compromiso. Este enfoque es más respetuoso con el medio ambiente y eficiente energéticamente, ya que no requiere un consumo eléctrico significativo.
Los participantes queman sus monedas buscando rendimientos a largo plazo. En un sistema PoB, cuanto más destruyas, mayores serán tus posibilidades de obtener derechos de validación de bloques, y así aumentan las recompensas como incentivos de bloque y comisiones de transacción. Esto se asemeja a una inversión: asumir costes presentes para obtener ingresos estables futuros, similar a invertir en dividendos en las finanzas tradicionales.
Los principales riesgos incluyen la pérdida permanente de capital (las monedas quemadas no pueden recuperarse), ventajas para los participantes con mayor patrimonio (quienes pueden quemar más obtienen más recompensas) y posible presión inflacionaria por la reducción continua de la oferta. PoB también puede ser menos accesible para nuevos usuarios que quizá no dispongan de fondos suficientes para competir eficazmente, lo que podría reducir la descentralización de la red.
Counterparty es la aplicación PoB más destacada, operando sobre la blockchain de Bitcoin. Slimcoin se diseñó específicamente en torno a los principios de PoB. Además, algunos proyectos combinan PoB con otros mecanismos de consenso (como PoW + PoB) para equilibrar seguridad y usabilidad. Sin embargo, PoB está menos extendido que PoW o PoS.
En los sistemas PoS, los participantes bloquean tokens para obtener derechos de validación, pero pueden retirarlos en cualquier momento; en PoB, los tokens se destruyen permanentemente sin posibilidad de recuperación. Desde el punto de vista económico, PoS impone costes de oportunidad (rendimientos perdidos durante el staking), mientras que PoB implica costes hundidos (pérdidas irreversibles). Por tanto, PoB exige un compromiso económico más fuerte a los participantes, pero también implica mayor riesgo.


