DID no es exactamente nuevo; ha estado circulando en el espacio durante años. Pero seamos honestos, a nadie realmente le importaba hasta hace poco. ¿Por qué? La tecnología simplemente no estaba allí. Las primeras implementaciones eran torpes. La infraestructura cripto no podía manejar una verificación de identidad adecuada. ¿Y la demanda? Prácticamente inexistente. Tenías proyectos dispersos tratando de resolver la identidad on-chain, pero sin sólidos primitives criptográficos o cualquier verdadera interoperabilidad entre protocolos, todo luchaba por ganar tracción. El ecosistema simplemente no estaba preparado para lo que la identidad descentralizada prometía.