Imperio de los Trump: cómo la familia gana miles de millones en la era cripto

Los Trump no son solo un nombre en la política estadounidense, son una marca financiera. Según los datos recientes de enero de 2025, la fortuna acumulada del clan se estima entre $6,7-8,8 mil millones. Pero lo más interesante comienza aquí.

La vieja guardia: la propiedad como fundamento

Donald Trump creó un imperio en el sector inmobiliario. Comenzó con el negocio de su padre, lo renombró como The Trump Organization y lo convirtió en una marca global. La Torre Trump en Manhattan, una red de campos de golf, casinos: un portafolio clásico de un multimillonario. Su patrimonio personal se estima en $6,7 mil millones.

Ivanka siguió su propio camino: creó su propia marca de moda y estilo de vida con un volumen de negocio de $1,1 mil millones. Donald Jr. y Eric trabajan en el negocio familiar, cada uno maneja aproximadamente $25 millones.

Giro inesperado: la cripto toma por asalto

Pero aquí está lo realmente interesante: la familia comenzó a adentrarse activamente en el espacio cripto. Donald lanzó el meme coin $TRUMP, que en poco tiempo subió de precio y alcanzó una capitalización de casi $11 mil millones. Esto infló temporalmente su patrimonio significativamente.

Melania no se queda atrás. Su $MELANIA ya cotiza aproximadamente en $1,7 mil millones. Además, está preparando un documental para Amazon Prime Video que cuesta alrededor de $40 millones. En total, su patrimonio neto es de $50-70 millones.

Generación Next

Tiffany tiene ~$10 millones, principalmente gracias a la herencia familiar. Barron, el más joven con ( 18 años ), aún estudia en Stern, pero el hecho de su nacimiento ya le garantiza un pedazo del imperio financiero.

¿Cuál es el sentido?

Los Trumps mostraron que en 2025 la verdadera riqueza se construye como una tarta de capas: bienes raíces clásicos + marcas personales + capital político + cripto. Cada capa aporta su porcentaje. Y lo más importante: el nombre tiene un valor. Cuando Donald lanza un token, la gente no compra una moneda, sino una historia.

La familia Trump ya no son solo herederos. Son una empresa que se vende a sí misma. Y esto funciona mejor que la mayoría de las startups.