Hay algo extrañamente tranquilizador en la forma en que Warren Buffett aborda tanto el dinero como la vida.

Él una vez hizo un comentario que se quedó conmigo: ¿por qué agotarte saltando obstáculos de siete pies cuando puedes simplemente caminar sobre los de un pie? No ganas puntos extra por la dificultad. Nadie está entregando medallas porque elegiste el camino difícil.

Es un recordatorio que aparece en todas partes, no solo en las carteras, sino en cómo tomamos decisiones a diario. A veces, la jugada más inteligente no es la más llamativa. Es la que realmente funciona sin romperse la espalda.