El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha estado utilizando amenazas de tarifas sobre productos chinos, lo que ha provocado la ira de China. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lin Jian, criticó duramente diciendo: "Dejen de amenazar y extorsionar". Por su parte, China afirmó que está preparada para una cooperación sustantiva basada en la igualdad y el respeto mutuo, pero también declaró que está dispuesta a seguir adelante con una guerra comercial si es necesario.

Las reacciones de los ciudadanos en Beijing son variadas; algunos ridiculizan las políticas de Trump calificándolas de "infantiles" y "caprichosas", mientras que otros señalan que solo acelerará la inflación en Estados Unidos. Por otro lado, también se escuchan voces que desean una resolución pacífica, diciendo que si las relaciones entre EE. UU. y China se normalizan, el desarrollo económico avanzará.

Honestamente, si esta guerra comercial se vuelve un conflicto prolongado, solo traerá daños a la economía mundial. ¿Qué pasará al final?