Las transacciones entre cadenas tienen un secreto sucio: sacrifican la privacidad.

¿Mover activos de Solana a una cadena EVM? Tu huella en la cadena acaba de conectar los puntos. Una transacción aquí, otra allá—de repente, todo tu mapa de actividad está expuesto.

¿Pero qué pasaría si las transferencias entre cadenas pudieran permanecer realmente anónimas? Sin huellas. Sin enlaces de billetera.

Ahí es donde entra la tecnología de conocimiento cero. Al romper la conexión en cadena entre el origen y el destino, los protocolos enfocados en la privacidad están haciendo que los movimientos entre cadenas sean invisibles. ¿Solana a Ethereum? ¿Base a Arbitrum? Las transacciones ocurren, pero el vínculo no.

No se trata solo de ocultar, sino de controlar lo que revelas. En un mundo donde cada movimiento de billetera es rastreado, la infraestructura anónima cross-chain podría volverse esencial, no opcional.