La computación cuántica acaba de cruzar un umbral crítico. Oxford Quantum Circuits (OQC), que surgió de la Universidad de Oxford, ha asegurado $100 millones en financiamiento de la Serie B y, al mismo tiempo, ha lanzado Toshiko, una plataforma de 32 qubits que afirma ser el primer sistema cuántico verdaderamente listo para empresas.
Esto no es otro experimento de laboratorio. OQC está colaborando con NVIDIA, AWS, Equinix y McKinsey para llevar la computación cuántica fuera del ámbito académico y hacia problemas empresariales reales. NVIDIA acaba de integrar Toshiko con su Superchip GH200 Grace Hopper a través de CUDA Quantum, creando una pila de computación híbrida clásica-cuántica que los desarrolladores pueden desplegar hoy mismo.
¿Por qué es importante?
La ventaja cuántica—resolver problemas que los ordenadores clásicos no pueden manejar en un tiempo razonable—ha sido el santo grial de la industria. La mayoría de los sistemas cuánticos todavía se encuentran en laboratorios, pero el reciente cambio hacia plataformas comerciales en la nube y en sitio indica que el sector finalmente está pasando de la I+D a la comercialización.
La inversión lo dice todo:
SBI Investments (el principal inversor en Japón) lideró la ronda, con la participación de OSE, UTEC, Lansdowne Partners y OTIF. Combinado con la Serie A anterior de OQC, ambas rondas establecieron récords como las mayores rondas de financiamiento para startups cuánticas en la historia del Reino Unido.
El mensaje es claro: el capital institucional cree que la infraestructura de computación cuántica está a punto de volverse tan esencial como las GPUs. La carrera por construir la pila cuántica empresarial se está acelerando rápidamente.
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La computación cuántica llega a la corriente principal: la startup británica OQC levanta 100 millones de dólares y lanza una plataforma empresarial
La computación cuántica acaba de cruzar un umbral crítico. Oxford Quantum Circuits (OQC), que surgió de la Universidad de Oxford, ha asegurado $100 millones en financiamiento de la Serie B y, al mismo tiempo, ha lanzado Toshiko, una plataforma de 32 qubits que afirma ser el primer sistema cuántico verdaderamente listo para empresas.
Esto no es otro experimento de laboratorio. OQC está colaborando con NVIDIA, AWS, Equinix y McKinsey para llevar la computación cuántica fuera del ámbito académico y hacia problemas empresariales reales. NVIDIA acaba de integrar Toshiko con su Superchip GH200 Grace Hopper a través de CUDA Quantum, creando una pila de computación híbrida clásica-cuántica que los desarrolladores pueden desplegar hoy mismo.
¿Por qué es importante?
La ventaja cuántica—resolver problemas que los ordenadores clásicos no pueden manejar en un tiempo razonable—ha sido el santo grial de la industria. La mayoría de los sistemas cuánticos todavía se encuentran en laboratorios, pero el reciente cambio hacia plataformas comerciales en la nube y en sitio indica que el sector finalmente está pasando de la I+D a la comercialización.
La inversión lo dice todo:
SBI Investments (el principal inversor en Japón) lideró la ronda, con la participación de OSE, UTEC, Lansdowne Partners y OTIF. Combinado con la Serie A anterior de OQC, ambas rondas establecieron récords como las mayores rondas de financiamiento para startups cuánticas en la historia del Reino Unido.
El mensaje es claro: el capital institucional cree que la infraestructura de computación cuántica está a punto de volverse tan esencial como las GPUs. La carrera por construir la pila cuántica empresarial se está acelerando rápidamente.