El informe provisional de reestructuración de FTX acaba de salir, y es una masterclass en cómo NO administrar un imperio cripto. La presentación de 45 páginas del CEO John Ray III revela el caos interno que llevó a uno de los colapsos más grandes en el mundo cripto.
Aquí está lo más impactante: SBF (Sam Bankman-Fried) describió a Alameda Research como literalmente “no auditable” en mensajes internos. ¿Sus palabras exactas? “Solo podemos suponer cuáles son sus saldos… Ocasionalmente descubrimos $50 millones en activos que hemos perdido de vista; así es la vida.” Perder sumas de nueve cifras como si fueran cambio.
Las banderas rojas que nadie detectó
Teatro de ciberseguridad: FTX no tenía personal dedicado a ciberseguridad. En serio. Solo dos personas—Gary Wang (CTO) y Nishad Singh (líder de ingeniería)—básicamente tenían las llaves del reino sin ninguna formación formal. Un exejecutivo incluso dijo: “si Nishad fuera atropellado por un autobús, toda la empresa colapsaría.”
Desastre de claves privadas: El informe revela que había más de $100 millones en Ethereum almacenados en texto plano, sin cifrado. Billones en cripto controlados por claves de firma única en bóvedas de contraseñas de AWS accesibles a empleados aleatorios. Sin procedimientos de respaldo—si pierdes la clave, pierdes los fondos para siempre.
Registro de operaciones: LOL: Alameda “frecuentemente tenía dificultades para entender sus posiciones.” Traducción: nadie sabía qué poseían o qué debían.
El teatro de la responsabilidad
Wang y Singh ya han cambiado de versión, declarando culpabilidad y cooperando con los fiscales. SBF está bajo arresto domiciliario enfrentando múltiples cargos criminales. El informe recalca: un círculo muy reducido de personas (básicamente SBF + su círculo cercano) controlaba todo con mínima supervisión y sin controles.
John Ray, contratado para limpiar el desastre, lo resumió claramente: “El Grupo FTX no implementó controles adecuados en áreas críticas para la protección de los activos.” Traducción: era un vertedero organizacional sostenido por culto a la personalidad y fe ciega.
¿La conclusión más amplia? Cuando no hay separación de funciones, ni registros de auditoría, y las personas clave no pueden ser reemplazadas sin colapsar la empresa, no estás construyendo infraestructura—estás construyendo una casa de naipes. Este informe es básicamente un caso de libro sobre lo que pasa cuando la ambición cripto se encuentra con la negligencia regulatoria.
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Recién desclasificado: Las propias palabras de SBF sobre la pesadilla contable de Alameda
El informe provisional de reestructuración de FTX acaba de salir, y es una masterclass en cómo NO administrar un imperio cripto. La presentación de 45 páginas del CEO John Ray III revela el caos interno que llevó a uno de los colapsos más grandes en el mundo cripto.
Aquí está lo más impactante: SBF (Sam Bankman-Fried) describió a Alameda Research como literalmente “no auditable” en mensajes internos. ¿Sus palabras exactas? “Solo podemos suponer cuáles son sus saldos… Ocasionalmente descubrimos $50 millones en activos que hemos perdido de vista; así es la vida.” Perder sumas de nueve cifras como si fueran cambio.
Las banderas rojas que nadie detectó
Teatro de ciberseguridad: FTX no tenía personal dedicado a ciberseguridad. En serio. Solo dos personas—Gary Wang (CTO) y Nishad Singh (líder de ingeniería)—básicamente tenían las llaves del reino sin ninguna formación formal. Un exejecutivo incluso dijo: “si Nishad fuera atropellado por un autobús, toda la empresa colapsaría.”
Desastre de claves privadas: El informe revela que había más de $100 millones en Ethereum almacenados en texto plano, sin cifrado. Billones en cripto controlados por claves de firma única en bóvedas de contraseñas de AWS accesibles a empleados aleatorios. Sin procedimientos de respaldo—si pierdes la clave, pierdes los fondos para siempre.
Registro de operaciones: LOL: Alameda “frecuentemente tenía dificultades para entender sus posiciones.” Traducción: nadie sabía qué poseían o qué debían.
El teatro de la responsabilidad
Wang y Singh ya han cambiado de versión, declarando culpabilidad y cooperando con los fiscales. SBF está bajo arresto domiciliario enfrentando múltiples cargos criminales. El informe recalca: un círculo muy reducido de personas (básicamente SBF + su círculo cercano) controlaba todo con mínima supervisión y sin controles.
John Ray, contratado para limpiar el desastre, lo resumió claramente: “El Grupo FTX no implementó controles adecuados en áreas críticas para la protección de los activos.” Traducción: era un vertedero organizacional sostenido por culto a la personalidad y fe ciega.
¿La conclusión más amplia? Cuando no hay separación de funciones, ni registros de auditoría, y las personas clave no pueden ser reemplazadas sin colapsar la empresa, no estás construyendo infraestructura—estás construyendo una casa de naipes. Este informe es básicamente un caso de libro sobre lo que pasa cuando la ambición cripto se encuentra con la negligencia regulatoria.