Cuando las posiciones cortas salvan al mercado de un colapso

Normalmente se habla de los cortos como antagonistas: son parásitos que ganan a costa del sufrimiento de otros. Pero esta es una visión superficial. En realidad, cuando un activo vuela hacia arriba sin control, son estos chicos los que detienen la locura.

Paradoja del criptomercado: todos solo quieren crecimiento

Aquí el 90% de los participantes están en posición larga. Compran, esperan la luna, creen en el futuro. Esto crea un sesgo: el mercado se vuelve crónicamente sobrevalorado. Cualquier noticia positiva desencadena un festival de FOMO, los precios suben no por fundamentos, sino simplemente porque todos creen que seguirán subiendo. Burbuja clásica.

Los cortos son un contrapeso. Cuando el precio sube de manera absurdamente rápida, abren posiciones cortas, aumentando la oferta y conteniendo el crecimiento. ¿Suena como un obstáculo? En realidad, es un ancla sin la cual el mercado simplemente explotaría.

¿Qué realmente ocurre en caso de escasez de vendedores en corto?

Imagina: un activo en un nuevo ATH, FOMO por todas partes, los jóvenes piden préstamos y van en largo. Si hay pocos cortos, nadie frena. El precio se aleja aún más de la realidad. Luego, colapso. Y no cae un 20%, sino un 70-80%. Porque se acumuló un impulso excesivo hacia arriba que debía ser contenido.

Los bajistas no permiten que el precio se dispare. Al cerrar posiciones en la caída, crean demanda adicional y suavizan las caídas. Funcionan como un sistema de amortiguación para el mercado.

Por qué es crítico ahora

Muchos criptoactivos en máximos históricos. Los indicadores de sobrevaloración están por las nubes. Este es un escenario clásico, cuando el mercado estalla por su propio optimismo. Si no hay suficientes cortos para equilibrar este hype, la explosión no será local.

La conclusión es simple: los que hacen cortos no son enemigos. Son un sistema de seguridad oculto en el mercado de criptomonedas. Sin ellos, no obtendremos darwinismo, sino un casino.