Por primera vez desde 1996, los bancos centrales han acumulado más oro que bonos del Tesoro de EE. UU. en sus reservas extranjeras. El cambio es sutil en cifras, pero sísmico en implicaciones.
Los Datos que Todos Están Comentando
Composición actual de las reservas:
Oro: 23%
Bonos del Tesoro de EE. UU.: 22%
Posiciones en dólares: 58% (mínimo histórico)
Compras de oro por parte de los bancos centrales:
2023: 1,037 toneladas
2024: 1,086 toneladas
Acumulado en 2025: 500 toneladas
Lo que dicen los gestores de reservas:
El 95% espera que las reservas globales de oro sigan creciendo
El 81% señala la desdolarización como principal motivo
El 81% de la demanda proviene de mercados emergentes
Por qué Esto Importa (Sin Narrativa Apocalíptica)
No se trata de que el dólar esté “muerto”, sino de una reconfiguración de carteras a gran escala. Los bancos centrales de mercados emergentes, especialmente en Asia y en el Sur Global, están haciendo una apuesta calculada: activos físicos sobre papeles de deuda.
La lógica es sencilla. El oro no puede ser congelado. No puede ser impreso. Cuando aumentan las tensiones geopolíticas (ver: regímenes de sanciones, restricciones SWIFT), las reservas denominadas en activos extranjeros se convierten en puntos de apalancamiento. El oro no.
La Verdadera Historia
Lo que está ocurriendo es una diversificación monetaria que se acelera más allá de las previsiones. La participación del 58% en dólares es históricamente baja, pero la transición no es caótica—es metódica. Los bancos centrales no están vendiendo bonos en pánico; están ajustando gradualmente su asignación en varios trimestres.
El cruce con el oro (22% vs 23%) indica un umbral psicológico. Una vez que los gestores de reservas ven que sus pares también se mueven, la inercia se activa.
Qué Esperar a Continuación
Vigila:
Si esta tendencia continúa en la segunda mitad de 2025
Cómo responde la Reserva Federal ante una menor demanda de bonos del Tesoro
Si los proyectos de moneda digital se aceleran (BRICS Pay, etc.)
El orden monetario global no colapsa de la noche a la mañana. Pero los puntos de presión ya son visibles.
En resumen: Los bancos centrales están votando con sus bóvedas. La pregunta no es si el sistema de reservas evoluciona, sino qué tan rápido.
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El oro acaba de destronar a los bonos del Tesoro de EE.UU. en las reservas globales—esto es lo que realmente significa
Por primera vez desde 1996, los bancos centrales han acumulado más oro que bonos del Tesoro de EE. UU. en sus reservas extranjeras. El cambio es sutil en cifras, pero sísmico en implicaciones.
Los Datos que Todos Están Comentando
Composición actual de las reservas:
Compras de oro por parte de los bancos centrales:
Lo que dicen los gestores de reservas:
Por qué Esto Importa (Sin Narrativa Apocalíptica)
No se trata de que el dólar esté “muerto”, sino de una reconfiguración de carteras a gran escala. Los bancos centrales de mercados emergentes, especialmente en Asia y en el Sur Global, están haciendo una apuesta calculada: activos físicos sobre papeles de deuda.
La lógica es sencilla. El oro no puede ser congelado. No puede ser impreso. Cuando aumentan las tensiones geopolíticas (ver: regímenes de sanciones, restricciones SWIFT), las reservas denominadas en activos extranjeros se convierten en puntos de apalancamiento. El oro no.
La Verdadera Historia
Lo que está ocurriendo es una diversificación monetaria que se acelera más allá de las previsiones. La participación del 58% en dólares es históricamente baja, pero la transición no es caótica—es metódica. Los bancos centrales no están vendiendo bonos en pánico; están ajustando gradualmente su asignación en varios trimestres.
El cruce con el oro (22% vs 23%) indica un umbral psicológico. Una vez que los gestores de reservas ven que sus pares también se mueven, la inercia se activa.
Qué Esperar a Continuación
Vigila:
El orden monetario global no colapsa de la noche a la mañana. Pero los puntos de presión ya son visibles.
En resumen: Los bancos centrales están votando con sus bóvedas. La pregunta no es si el sistema de reservas evoluciona, sino qué tan rápido.