La morosidad de CMBS de oficinas acaba de alcanzar el 11.7% — un récord histórico que está generando ondas en los mercados inmobiliarios comerciales.

Esto no es solo otra estadística. Estamos observando cómo el sector de oficinas se tambalea bajo las presiones post-pandémicas: el trabajo remoto llegó para quedarse, las tasas de vacantes están en aumento y los propietarios luchan por hacer frente a la deuda. Las cifras son brutales cuando la ocupación baja pero los pagos hipotecarios no.

¿Qué significa esto para los mercados más amplios? El estrés en el sector inmobiliario comercial históricamente se filtra en los mercados de crédito, endurece los estándares de préstamo y puede desencadenar crisis de liquidez. Mantén un ojo en los bancos regionales con una fuerte exposición a CRE: están sintiendo la presión.

Para los criptomonedas: vientos macroeconómicos como este a menudo impulsan movimientos hacia activos de calidad. Cuando los activos tradicionales muestran fisuras, parte del capital busca alternativas. No digo que BTC sea inmune a la contagión crediticia, pero vale la pena observar cómo se reposiciona el dinero institucional a medida que empiezan a caer los dominós de CRE.