Liechtenstein hizo algo audaz: lanzó una red blockchain de propiedad estatal llamada LTIN (Liechtenstein Trust Integrity Network), y está diseñada para cambiar las reglas sobre quién controla la infraestructura digital.
Aquí está por qué esto importa: La mayoría de los proyectos blockchain son creados por startups o corporaciones. Pero Liechtenstein—un país con solo 39,000 habitantes ubicado entre Suiza y Austria—decidió apostar por una infraestructura blockchain soberana. La red cuenta con el respaldo de la compañía de telecomunicaciones estatal y está diseñada para cumplir con las regulaciones MiCA de la UE Y la propia Ley de Blockchain de Liechtenstein. Traducción: está diseñada para ser a prueba de regulaciones.
El elenco inicial incluye algunos pesos pesados:
Bank Frick (finanzas tradicionales entrando en escena)
Bitcoin Suisse (veteranos de las criptomonedas)
Zilliqa (infraestructura blockchain)
Además, en la mezcla están INACTA, LUKSO, QPQ y Swiss Subnet
Lo que realmente resulta interesante aquí no es solo la tecnología—es la señal. Una nación soberana diciendo “no vamos a externalizar la confianza digital a Silicon Valley o Ethereum. Estamos construyendo la nuestra”. Esto podría convertirse en un modelo para otros pequeños países europeos que buscan aprovechar la economía blockchain sin venderse a las grandes tecnológicas.
La apuesta: si LTIN se convierte en la capa de infraestructura para servicios digitales compatibles en la UE, Liechtenstein se posiciona como un centro de blockchain, al igual que Suiza se convirtió en un centro bancario.
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Cómo una pequeña nación europea construyó su propia cadena de bloques para desafiar a las grandes tecnológicas
Liechtenstein hizo algo audaz: lanzó una red blockchain de propiedad estatal llamada LTIN (Liechtenstein Trust Integrity Network), y está diseñada para cambiar las reglas sobre quién controla la infraestructura digital.
Aquí está por qué esto importa: La mayoría de los proyectos blockchain son creados por startups o corporaciones. Pero Liechtenstein—un país con solo 39,000 habitantes ubicado entre Suiza y Austria—decidió apostar por una infraestructura blockchain soberana. La red cuenta con el respaldo de la compañía de telecomunicaciones estatal y está diseñada para cumplir con las regulaciones MiCA de la UE Y la propia Ley de Blockchain de Liechtenstein. Traducción: está diseñada para ser a prueba de regulaciones.
El elenco inicial incluye algunos pesos pesados:
Lo que realmente resulta interesante aquí no es solo la tecnología—es la señal. Una nación soberana diciendo “no vamos a externalizar la confianza digital a Silicon Valley o Ethereum. Estamos construyendo la nuestra”. Esto podría convertirse en un modelo para otros pequeños países europeos que buscan aprovechar la economía blockchain sin venderse a las grandes tecnológicas.
La apuesta: si LTIN se convierte en la capa de infraestructura para servicios digitales compatibles en la UE, Liechtenstein se posiciona como un centro de blockchain, al igual que Suiza se convirtió en un centro bancario.