Al despertar, las acciones estadounidenses volvieron a sufrir un “golpe silencioso”: las acciones tecnológicas cayeron colectivamente, y Oracle incluso retrocedió directamente las ganancias previas, volviendo a su estado original.
La chispa que provocó esta turbulencia fue una “desafortunada declaración” de OpenAI. Un alto directivo expresó de repente que “a corto plazo no tienen intención de hacer una IPO, y en el futuro podrían necesitar financiamiento gubernamental para respaldar”, lo que instantáneamente enfrió al sector de IA en auge. Hay que recordar que, hasta ahora, OpenAI era considerado el “hijo predilecto” del sector tecnológico estadounidense: con grandes colaboraciones con Nvidia, AMD, Oracle, Microsoft y Google, parecía ser el líder en “industria de IA en EE. UU. que no carece de fondos”, y todo el sector giraba en torno a ella.
Pero justo después de sus declaraciones, un asesor de IA del gobierno de Trump agregó: “Estados Unidos no rescatará a ninguna empresa de IA, una cae, y hay cinco más en espera”.
El mercado cayó en confusión instantánea: — ¿No era OpenAI la esperanza de la industria de IA? ¿Por qué de repente necesita respaldo del gobierno? — ¿Acaso hay problemas en la cadena de financiamiento, y no pueden sostenerse más?
Por un momento, comenzaron a extenderse todo tipo de especulaciones y “historias de terror”.
Pero en mi opinión, esto parece más un típico incidente de “desliz de un directivo y rescate de relaciones públicas”.
Hoy en día, OpenAI ya no es una empresa común; ha unido a Nvidia, Microsoft, Google, Oracle y otros actores clave del mercado estadounidense en un mismo barco, siendo una pieza fundamental en la estrategia nacional de IA de EE. UU. “Si tú caes, yo también tengo difícil seguir adelante”, refleja la realidad actual de la cadena de valor de la industria de IA en EE. UU.
El mercado puede ignorar los riesgos potenciales, pero no soporta que se “rompa la burbuja”: una vez que se rompe la fachada, todos pierden la oportunidad de salvarse. Por ello, el CFO de OpenAI irá mañana a CNBC para una entrevista exclusiva, intentando recomponer la situación y evitar que se “descubra la verdad”. Después de todo, hay negocios que hacer, historias que contar y días que seguir viviendo.
En cuanto a la fuerte caída de las acciones estadounidenses anoche, en realidad creo que fue una reacción algo exagerada. Más bien, parece una corrección técnica tras un aumento excesivo previo, y no una crisis fundamental en la industria.
Tras días de retroceso, parte de la burbuja en el sector de IA ya ha sido desinflada, y el espacio para una caída adicional es relativamente limitado. La ola de pánico en el mercado está casi en su punto final, y quizás aguante un poco más — esperando que el gobierno de Trump vuelva a lanzar políticas favorables, sumado al impulso de la temporada navideña, lo que probablemente hará que el ánimo del mercado vuelva a mejorar.
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Al despertar, las acciones estadounidenses volvieron a sufrir un “golpe silencioso”: las acciones tecnológicas cayeron colectivamente, y Oracle incluso retrocedió directamente las ganancias previas, volviendo a su estado original.
La chispa que provocó esta turbulencia fue una “desafortunada declaración” de OpenAI. Un alto directivo expresó de repente que “a corto plazo no tienen intención de hacer una IPO, y en el futuro podrían necesitar financiamiento gubernamental para respaldar”, lo que instantáneamente enfrió al sector de IA en auge. Hay que recordar que, hasta ahora, OpenAI era considerado el “hijo predilecto” del sector tecnológico estadounidense: con grandes colaboraciones con Nvidia, AMD, Oracle, Microsoft y Google, parecía ser el líder en “industria de IA en EE. UU. que no carece de fondos”, y todo el sector giraba en torno a ella.
Pero justo después de sus declaraciones, un asesor de IA del gobierno de Trump agregó: “Estados Unidos no rescatará a ninguna empresa de IA, una cae, y hay cinco más en espera”.
El mercado cayó en confusión instantánea:
— ¿No era OpenAI la esperanza de la industria de IA? ¿Por qué de repente necesita respaldo del gobierno?
— ¿Acaso hay problemas en la cadena de financiamiento, y no pueden sostenerse más?
Por un momento, comenzaron a extenderse todo tipo de especulaciones y “historias de terror”.
Pero en mi opinión, esto parece más un típico incidente de “desliz de un directivo y rescate de relaciones públicas”.
Hoy en día, OpenAI ya no es una empresa común; ha unido a Nvidia, Microsoft, Google, Oracle y otros actores clave del mercado estadounidense en un mismo barco, siendo una pieza fundamental en la estrategia nacional de IA de EE. UU. “Si tú caes, yo también tengo difícil seguir adelante”, refleja la realidad actual de la cadena de valor de la industria de IA en EE. UU.
El mercado puede ignorar los riesgos potenciales, pero no soporta que se “rompa la burbuja”: una vez que se rompe la fachada, todos pierden la oportunidad de salvarse. Por ello, el CFO de OpenAI irá mañana a CNBC para una entrevista exclusiva, intentando recomponer la situación y evitar que se “descubra la verdad”. Después de todo, hay negocios que hacer, historias que contar y días que seguir viviendo.
En cuanto a la fuerte caída de las acciones estadounidenses anoche, en realidad creo que fue una reacción algo exagerada. Más bien, parece una corrección técnica tras un aumento excesivo previo, y no una crisis fundamental en la industria.
Tras días de retroceso, parte de la burbuja en el sector de IA ya ha sido desinflada, y el espacio para una caída adicional es relativamente limitado. La ola de pánico en el mercado está casi en su punto final, y quizás aguante un poco más — esperando que el gobierno de Trump vuelva a lanzar políticas favorables, sumado al impulso de la temporada navideña, lo que probablemente hará que el ánimo del mercado vuelva a mejorar.