¿CUÁNDO TERMINARÁ EL PARO GUBERNAMENTAL EN ESTADOS UNIDOS? LIQUIDEZ RESTRINGIDA + MÚLTIPLES FECHAS LÍMITE ACERCÁN LA OPORTUNIDAD DE RESOLUCIÓN

Estas semanas, el paro gubernamental en Estados Unidos se ha convertido claramente en una comedia política que se alarga cada vez más — desde el Departamento del Tesoro hasta la operación en aeropuertos, casi todos los departamentos federales se han visto obligados a poner en pausa sus actividades. Hasta ahora, el paro ha durado aproximadamente 36 días, rompiendo el récord de la mayor duración en la historia de EE. UU., y los efectos de este estancamiento ya han trascendido lo político, extendiéndose silenciosamente a los mercados y a la vida cotidiana.

Para el mercado, la sensación más evidente, además de la parálisis en la lucha bipartidista, es una sensación de “ahogo en liquidez”. Los gastos del Departamento del Tesoro están congelados, muchos presupuestos establecidos no pueden implementarse, y la liquidez del mercado continúa reduciéndose. La semana pasada, la tasa SOFR (tasa de financiamiento garantizado a un día) subió de repente, lo que claramente indica un aumento en los costos de los préstamos a corto plazo, y el sistema bancario ya empieza a experimentar tensiones en su cadena de fondos. Hay que recordar que una circulación fluida de fondos es la “línea de vida” del sistema financiero, y la alta volatilidad en las acciones estadounidenses en los últimos días refleja directamente esta presión en la liquidez.

Pero los problemas derivados del paro van mucho más allá del ámbito financiero. En el calendario de noviembre, varios hitos clave están en cuenta regresiva: el 4 de noviembre es el día de las elecciones, el 7 de noviembre el Congreso debe volver a sesionar, y a fin de mes se espera la temporada alta de viajes por Acción de Gracias. Si los controladores aéreos, personal de seguridad TSA y otros empleados en puestos críticos siguen sin recibir salario, el sistema de vuelos en EE. UU., ya presionado, podría colapsar por completo. En ese momento, la presión pública en temas de bienestar social superará con creces las diferencias en las negociaciones presupuestarias, y el estancamiento político será insostenible.

Al revisar la historia, se puede notar que los paros en el gobierno de EE. UU. parecen seguir una “ley” — generalmente, solo terminan cuando la situación en la realidad se sale de control. El paro de 2019, por ejemplo, fue provocado por retrasos masivos en aeropuertos y la interrupción de pagos a empleados públicos, lo que generó una reacción popular que finalmente obligó a las dos partes a llegar a un acuerdo. La situación actual es aún más compleja: el déficit fiscal sigue en niveles altos, el límite de deuda está a punto de alcanzarse, y la liquidez del mercado ya es frágil, por lo que cualquier cambio puede amplificar los riesgos.

Desde la línea de tiempo y los puntos de presión, la “línea de peligro” política y económica casi se superpone a principios de noviembre. Si el paro continúa hasta antes del Día de Acción de Gracias, EE. UU. no solo enfrentará un caos en el transporte a nivel nacional, sino que también podría desencadenar una segunda ola de pérdida de confianza en los mercados. Con base en las señales actuales, mi pronóstico es que las dos partes probablemente llegarán a un acuerdo provisional de financiamiento en los próximos 7 a 10 días, y este prolongado conflicto podría concluir en un futuro cercano.