El mapa de migración de la riqueza acaba de ser redibujado. Savills publicó sus últimas clasificaciones, y ¿adivina quién ocupa la cima para individuos de alto patrimonio neto? Dubái. No Nueva York. No Londres. Dubái.

Impuesto sobre la renta cero. Impuesto sobre ganancias de capital cero. Un marco regulatorio que realmente fomenta la innovación en lugar de ahogarla. De repente, la parte de "libre de impuestos" ya no suena como un simple truco de marketing: es un imán de migración que atrae dinero serio hacia el este.

Para quienes observan hacia dónde fluye el capital cripto, este cambio importa. Cuando los ultra-ricos votan con sus billeteras, no solo persiguen sol y rascacielos. Están haciendo cálculos sobre protección de activos, claridad regulatoria y preservación de la riqueza a largo plazo. La misma lógica que impulsa el dinero institucional hacia jurisdicciones amigables con las criptomonedas.

Nueva York y Londres todavía tienen ventajas heredadas: mercados profundos, redes establecidas. Pero cuando una ciudad en el desierto puede superar a centros financieros con siglos de historia simplemente ofreciendo previsibilidad y protección, ¿eso no es solo un cambio en la clasificación? Es una señal sobre hacia dónde se dirige la economía global.