¿Crisis de parálisis "concluida"? La política estadounidense como una comedia de cierre
La crisis del cierre del gobierno estadounidense podría estar llegando a su fin, pero el "telón" de esta farsa se parece más a una comedia política. El Senado y la Cámara de Representantes finalmente asintieron, como dos amantes que han discutido toda la noche, decidiendo finalmente "arreglárselas por ahora". La primera reacción del mercado, por supuesto, fue un suspiro de alivio: los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. se estabilizaron, el índice del dólar disminuyó ligeramente y los activos globales respiraron un poco. Pero no seamos demasiado optimistas: los problemas fiscales de EE. UU. no han desaparecido debido a este compromiso temporal. El déficit fiscal sigue ampliándose, el techo de la deuda todavía está perforando el techo. El guion del cierre del gobierno solo ha presionado "pausa" temporalmente, no es "el final". Las raíces de la división política siguen sin resolverse, la batalla presupuestaria de fin de año podría repetirse. La lógica de Wall Street es: la crisis no necesariamente es mala, la volatilidad genera ganancias. Y el público en general es más consciente de que el "show de tira y afloja" del Congreso, al final, lo paga el contribuyente. La crisis de parálisis ha terminado, pero solo es una paz superficial; la política estadounidense sigue siendo una inversión de alto riesgo.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
#美停摆危机或将结束?
¿Crisis de parálisis "concluida"? La política estadounidense como una comedia de cierre
La crisis del cierre del gobierno estadounidense podría estar llegando a su fin, pero el "telón" de esta farsa se parece más a una comedia política. El Senado y la Cámara de Representantes finalmente asintieron, como dos amantes que han discutido toda la noche, decidiendo finalmente "arreglárselas por ahora".
La primera reacción del mercado, por supuesto, fue un suspiro de alivio: los rendimientos de los bonos del Tesoro de EE. UU. se estabilizaron, el índice del dólar disminuyó ligeramente y los activos globales respiraron un poco. Pero no seamos demasiado optimistas: los problemas fiscales de EE. UU. no han desaparecido debido a este compromiso temporal.
El déficit fiscal sigue ampliándose, el techo de la deuda todavía está perforando el techo. El guion del cierre del gobierno solo ha presionado "pausa" temporalmente, no es "el final". Las raíces de la división política siguen sin resolverse, la batalla presupuestaria de fin de año podría repetirse.
La lógica de Wall Street es: la crisis no necesariamente es mala, la volatilidad genera ganancias. Y el público en general es más consciente de que el "show de tira y afloja" del Congreso, al final, lo paga el contribuyente.
La crisis de parálisis ha terminado, pero solo es una paz superficial; la política estadounidense sigue siendo una inversión de alto riesgo.