La "última carta" de Buffett:

A sus 95 años, en la "última carta a los accionistas", habla sobre Charlie Munger, sobre el destino, sobre la felicidad y la responsabilidad.

Esta no solo es una carta de despedida para los inversores, sino también un resumen de la vida para todos.

"Al mirar hacia atrás, creo que Berkshire y yo hemos podido lograr mejores resultados en gran medida porque estamos arraigados en Omaha. Si hubiera nacido en otro lugar, el resultado podría haber sido muy diferente."

En muchos casos, la suerte que reciben nuestros líderes y ricos supera con creces la parte que realmente les corresponde, y a menudo estos afortunados no están dispuestos a reconocerlo.

Nací en Estados Unidos en 1930, saludable, inteligente, blanco y masculino. ¡Guau! Gracias a la diosa de la suerte. Mis hermanas son tan inteligentes como yo, tienen mejor carácter, pero sus perspectivas de vida son muy diferentes.

Durante más de sesenta años, Charlie ha tenido un gran impacto en mí; es un excelente maestro y también un "hermano mayor" que cuido con esmero. Aunque tenemos diferencias, nunca hemos tenido disputas. Nunca dice "yo ya te lo dije".

En 1958, compré mi primera y única casa.

El récord de longevidad familiar siempre ha sido de 92 años, hasta que lo rompí. Al menos en tres ocasiones, mi vida ha sido salvada por médicos que no estaban lejos de casa.

Vivir hasta la vejez como un anciano de esta edad debe requerir una gran suerte, ya que cada día hay que esquivar peligros como cáscaras de plátano, desastres naturales, conductores ebrios o distraídos, rayos, etc.

Me complace decir que estoy más satisfecho con la segunda mitad de mi vida que con la primera.

La posibilidad de que Berkshire enfrente un desastre catastrófico es menor que la de cualquier empresa que conozca.

No te culpes por los errores del pasado: al menos aprende algo de ellos y sigue adelante. Nunca es tarde para mejorar.

La grandeza no proviene de acumular grandes riquezas, obtener una gran exposición o tener un gran poder en el gobierno. Cuando ayudas a los demás de mil maneras, estás ayudando a este mundo.

Piensa en lo que te gustaría que dijera tu obituario y luego trabaja para vivir una vida así.

Recuerda que las trabajadoras de limpieza y el presidente son personas.

Nunca es tarde para cambiar.