De outsider a agente de cambio: cómo el rechazo de SWIFT se convirtió en la mayor victoria de Ripple

El CEO de Ripple, Brad Garlinghouse, ha incendiado la comunidad con sus recientes declaraciones: el hecho de que SWIFT les negara la entrada al evento Sibos en su día fue el detonante de la ambición independiente de Ripple.

El punto de inflexión del rechazo

La historia se remonta a alrededor de 2015. Ripple, por entonces una startup, quería asistir al Sibos, la mayor cumbre financiera bancaria del mundo organizada por SWIFT, pero fue rechazado. ¿Cuál fue la reacción de Garlinghouse? Alquiló directamente un almacén al otro lado de la calle, organizó su propio evento e incluso invitó al ex presidente de la Reserva Federal, Ben Bernanke.

“Si no podemos entrar en Sibos, montaremos un evento aún más grande”, dijo Garlinghouse en su reciente discurso. “El rechazo de SWIFT nos ayudó a convertirnos en un monstruo”.

Un giro de 180 grados en diez años

Esta autocrítica encierra una realidad contundente: Ripple, que antes fue ignorado por las instituciones financieras, ahora colabora con los principales bancos del mundo, emisores de ETF y grandes bancos de inversión. Los seguidores de XRP compran esta historia especialmente bien, porque simboliza una lógica profunda:

Ser rechazado por el mainstream → Persistir en la innovación → Acabar definiendo el nuevo orden

Los datos en cadena y los avances en cumplimiento regulatorio lo demuestran. La blockchain, que antes era considerada una “tecnología marginal”, ahora es parte central de la infraestructura financiera. Ripple ha pasado de ser un ambicioso outsider a convertirse en un puente clave entre las finanzas tradicionales y el Web3.

¿Qué opina la comunidad?

El comentario de “Black Swan Capitalist” en X ha generado bastante debate: considera que Ripple, con el apoyo total de los reguladores, las instituciones financieras y el capital privado, ya ha “monopolizado” el sector, e incluso hay voces que apuntan a que XRP podría acabar evolucionando hasta convertirse en una infraestructura financiera digital en alguna de sus formas.

Aunque estas predicciones necesitan tiempo para validarse, hay algo muy claro: el rechazo fue el mejor catalizador. Esta historia deja una lección para toda la industria cripto: la perseverancia y la identidad propia suelen valer más que buscar la aprobación ajena.