Se puede decir que cada rol dentro de la cadena ecológica actual está perfectamente organizado.
El equipo del proyecto imprime “ladrillos”, los VC respaldan y avalan, los estudios manipulan los datos, la exchange cobra por protección, los KOL actúan como altavoces, y finalmente el mecanismo del contrato da el golpe final.
Cada eslabón es lucrativo y todos los participantes lo entienden sin necesidad de palabras.
Desde la fiebre de las ICO, pasando por el DeFi summer, hasta llegar hoy a la IA, los zoológicos y los “dos santos”, lo único que cambia es el envoltorio conceptual; el núcleo nunca ha cambiado.
La historia del “ladrillo” se repite una y otra vez, no porque los minoristas sean tontos, sino porque todo el ecosistema ya ha formado un mecanismo de distribución de beneficios estable.
El equipo del proyecto se lleva una parte, los VC cobran otra, la exchange saca su comisión, los KOL se llevan su tajada, y a los minoristas solo les queda un 2% de esperanza y un 98% de pérdidas.
Me conmovió la frase final: “No es que no sepamos hacerlo, sino que de verdad no tenemos el estómago para ello”. Por desgracia, en este círculo, la conciencia no es una virtud, sino una desventaja para sobrevivir.
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Flandreau
· 12-09 15:08
Estate siempre preparado, el amor puede llegar en cualquier momento.
#Gate广场圣诞送温暖
Se puede decir que cada rol dentro de la cadena ecológica actual está perfectamente organizado.
El equipo del proyecto imprime “ladrillos”, los VC respaldan y avalan, los estudios manipulan los datos, la exchange cobra por protección, los KOL actúan como altavoces, y finalmente el mecanismo del contrato da el golpe final.
Cada eslabón es lucrativo y todos los participantes lo entienden sin necesidad de palabras.
Desde la fiebre de las ICO, pasando por el DeFi summer, hasta llegar hoy a la IA, los zoológicos y los “dos santos”, lo único que cambia es el envoltorio conceptual; el núcleo nunca ha cambiado.
La historia del “ladrillo” se repite una y otra vez, no porque los minoristas sean tontos, sino porque todo el ecosistema ya ha formado un mecanismo de distribución de beneficios estable.
El equipo del proyecto se lleva una parte, los VC cobran otra, la exchange saca su comisión, los KOL se llevan su tajada, y a los minoristas solo les queda un 2% de esperanza y un 98% de pérdidas.
Me conmovió la frase final: “No es que no sepamos hacerlo, sino que de verdad no tenemos el estómago para ello”. Por desgracia, en este círculo, la conciencia no es una virtud, sino una desventaja para sobrevivir.