Ethereum va en serio con un gran movimiento esta vez.
El 3 de diciembre de 2025, la bifurcación dura Fusaka se activará puntualmente. ¿Cuál es el punto clave de esta actualización? En pocas palabras, hacer que Layer2 sea más barato, más rápido y más fácil de usar.
La tecnología PeerDAS es el as de esta vez: los nodos de validación ya no tendrán que descargar todos los datos para completar la verificación. ¿Qué significa esto? Que las comisiones de transacción en L2 pueden reducirse directamente entre un 40% y un 60%. Junto con el mecanismo de expansión elástica del espacio de almacenamiento Blob, la capacidad teórica de la red se dispara hasta los 100.000 TPS. Basta recordar que el año pasado la actualización Cancun redujo a la mitad los costes de L2 y ya provocó un pequeño mercado alcista; esta vez, los beneficios técnicos son aún mayores.
Solo hay que mirar los datos on-chain para saber qué está haciendo el dinero inteligente. La tasa de staking ya ha alcanzado el 28,65%, con 35,56 millones de ETH bloqueados en contratos de staking —al precio actual, eso supone casi cien mil millones de dólares reales. La proporción en manos de instituciones ha superado el 18%; BlackRock y otros grandes de las finanzas tradicionales siguen acumulando a través de fondos RWA, y los tokens se están concentrando claramente en manos de grandes inversores.
Si miramos atrás, desde la fusión que redujo el consumo energético un 99,9%, pasando por la actualización Shanghai que permitió las retiradas, hasta Cancun con la ampliación vía Blobs, cada gran iteración técnica de ETH ha ido acompañada de una revalorización. Fusaka avanza simultáneamente en tres frentes técnicos: escalabilidad, clientes ligeros y limpieza de datos históricos, y además sienta las bases para la actualización Glamsterdam de 2026. Toda la lógica del ecosistema es cada vez más sólida.
Por supuesto, el mercado no es unidireccional. La política de la Fed, la liquidez macro y la actitud regulatoria siguen siendo variables externas. Pero desde el punto de vista fundamental tecnológico, el precio en torno a los 2.500 dólares ofrece un margen de seguridad considerable. Los protocolos DeFi, los proyectos de juegos en cadena y el mercado NFT están esperando esta mejora de rendimiento; cuando la aplicación en el ecosistema se active, la demanda acompañará de forma natural.
Las tendencias impulsadas por la tecnología suelen ser más sólidas que la pura especulación. Este periodo de actualización merece ser seguido de cerca.
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TopBuyerForever
· hace1h
¿Cómo? ¿El almacenamiento de Blobs también puede escalarse de forma elástica? Ahora sí que las comisiones van a desplomarse.
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BearMarketMonk
· hace2h
La fusión, Shanghái, Cancún... Siempre dicen que esta vez será diferente, ¿y el resultado? El ciclo sigue siendo el ciclo.
Me parece curioso ver cómo se dispara la tasa de staking, pero la verdadera concentración de tokens ya se completó hace tiempo.
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SatoshiNotNakamoto
· hace2h
Hmm... otra actualización para reducir las comisiones, ¿no podrían simplemente bajarlas a 0? Jaja
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MysteriousZhang
· hace2h
Joder, PeerDAS reduce directamente las comisiones en un 40-60%. Esto sí que es ponerse manos a la obra de verdad.
Ethereum va en serio con un gran movimiento esta vez.
El 3 de diciembre de 2025, la bifurcación dura Fusaka se activará puntualmente. ¿Cuál es el punto clave de esta actualización? En pocas palabras, hacer que Layer2 sea más barato, más rápido y más fácil de usar.
La tecnología PeerDAS es el as de esta vez: los nodos de validación ya no tendrán que descargar todos los datos para completar la verificación. ¿Qué significa esto? Que las comisiones de transacción en L2 pueden reducirse directamente entre un 40% y un 60%. Junto con el mecanismo de expansión elástica del espacio de almacenamiento Blob, la capacidad teórica de la red se dispara hasta los 100.000 TPS. Basta recordar que el año pasado la actualización Cancun redujo a la mitad los costes de L2 y ya provocó un pequeño mercado alcista; esta vez, los beneficios técnicos son aún mayores.
Solo hay que mirar los datos on-chain para saber qué está haciendo el dinero inteligente. La tasa de staking ya ha alcanzado el 28,65%, con 35,56 millones de ETH bloqueados en contratos de staking —al precio actual, eso supone casi cien mil millones de dólares reales. La proporción en manos de instituciones ha superado el 18%; BlackRock y otros grandes de las finanzas tradicionales siguen acumulando a través de fondos RWA, y los tokens se están concentrando claramente en manos de grandes inversores.
Si miramos atrás, desde la fusión que redujo el consumo energético un 99,9%, pasando por la actualización Shanghai que permitió las retiradas, hasta Cancun con la ampliación vía Blobs, cada gran iteración técnica de ETH ha ido acompañada de una revalorización. Fusaka avanza simultáneamente en tres frentes técnicos: escalabilidad, clientes ligeros y limpieza de datos históricos, y además sienta las bases para la actualización Glamsterdam de 2026. Toda la lógica del ecosistema es cada vez más sólida.
Por supuesto, el mercado no es unidireccional. La política de la Fed, la liquidez macro y la actitud regulatoria siguen siendo variables externas. Pero desde el punto de vista fundamental tecnológico, el precio en torno a los 2.500 dólares ofrece un margen de seguridad considerable. Los protocolos DeFi, los proyectos de juegos en cadena y el mercado NFT están esperando esta mejora de rendimiento; cuando la aplicación en el ecosistema se active, la demanda acompañará de forma natural.
Las tendencias impulsadas por la tecnología suelen ser más sólidas que la pura especulación. Este periodo de actualización merece ser seguido de cerca.