¿De verdad no hay esperanza para los pequeños capitales? He visto a demasiada gente usar eso como excusa.

El año pasado guié a un trader que solo tenía 800 U en la cuenta, rodeado de burlas y críticas. ¿El resultado? Ahora tiene 160.000 U en la cuenta, y los que se reían de él al principio ahora están callados.

¿Cómo lo hizo? Básicamente, en tres etapas:

**La fase inicial es la clave.** Con 800 U, usó pequeñas posiciones para entrar y salir rápido, probando el terreno y buscando oportunidades cortoplacistas con alta certeza. En dos semanas llegó a 2.600 U. Este proceso fue para coger soltura y ganar confianza.

**En la fase intermedia empezó a separar el riesgo.** Cuando ya tenía colchón de beneficios, cambió enseguida de estrategia: el capital inicial quedó completamente protegido y solo utilizaba las ganancias para aumentar posiciones. Si veía una tendencia clara, entraba; si no lo veía claro, se quedaba fuera. La mentalidad aquí es otra porque solo arriesgas lo ganado, sin agobios.

**En la fase final fue siguiendo la tendencia.** Cuando los beneficios ya eran suficientes, se atrevió a entrar fuerte en grandes movimientos del mercado. El salto de unos miles a varias decenas de miles de U se produjo realmente en dos o tres grandes ondas alcistas.

Muchos me preguntan si usó algún indicador secreto. No. Solo se aferró a tres principios:

Solo tocar criptomonedas principales, nada de activos con poca liquidez;
Siempre aumentar posiciones con beneficios, si el capital inicial sufre pérdidas, reduce la exposición de inmediato;
Controlar la avaricia, nada de aprender una cosa hoy y perseguir otra mañana.

La verdad es que el mayor enemigo de los pequeños capitales no es el mercado, sino la inestabilidad en la propia operativa. Hoy ves un vídeo y cambias de estrategia, mañana te dejas llevar por las emociones y lo apuestas todo: así no hay capital que aguante.

Esta oleada de volatilidad es ideal para que los pequeños capitales acumulen rápido a través del swing trading. La clave es mantener la calma, seguir las reglas y no soñar todo el rato con hacerse rico de la noche a la mañana.

Recuerda: la cantidad de capital nunca es la limitación, lo es la capacidad de ejecutar.