Últimamente, todo el mercado está hablando sobre la posible designación de Hassett como presidente de la Reserva Federal, pero tengo que echar un jarro de agua fría: ¿de verdad creéis que cambiar de presidente significa que enseguida empezarán a bajar los tipos a lo loco? Ni de broma.

La Reserva Federal no es un sitio donde el presidente manda y ya está. Un gestor de fondos de PGIM, Peters, lo dijo muy claro: puede que Hassett quiera flexibilidad monetaria, pero el problema es que tiene que convencer a los demás miembros del comité. Ahora mismo, la preocupación es si este tipo sabrá manejar al resto, porque conseguir consenso no es nada fácil.

¿Qué significa esto para el mundo cripto?

Corto plazo: Si el mercado empieza a aceptar que "cambiar de persona no equivale a cambiar de rumbo", se van a romper las ilusiones de quienes esperaban una bajada agresiva de tipos el año que viene. Si el sentimiento da la vuelta, activos de riesgo como bitcoin y ethereum probablemente sufran presión a corto plazo.

Largo plazo: También hay cosas buenas. Este relevo pone de manifiesto lo sólido que es el mecanismo de contrapesos de la Fed: da igual quién se siente en la silla, la política no va a pegar volantazos porque sí. Menos decisiones imprevisibles y locas significa, a largo plazo, mayor estabilidad para el mercado.

¿En qué hay que fijarse de verdad? En los datos de inflación y los informes de empleo. Estos indicadores duros son los que realmente mueven el voto de todos los miembros. Cada vez que sale un dato importante, las expectativas del mercado sobre la política pueden cambiar radicalmente.

¿Qué hacer al respecto? Algunos consejos:

No dejes que el "ruido de los nombramientos" te arrastre; la mayoría de la volatilidad a corto plazo es pura reacción emocional, y perseguir subidas o ventas puede salir caro. Cambia el foco de "quién manda" a "cómo va la economía". Hasta que la senda de la política sea más clara, no vayas all-in: mantén margen de maniobra.

En resumen, cambiar un tornillo en la máquina de la Fed no va a girar la dirección de inmediato. Es mucho más fiable vigilar la carretera (los datos económicos) que al conductor (el presidente).

(Basado en opiniones de expertos de PGIM y reportajes de Bloomberg, solo para referencia, no constituye una recomendación de inversión)