2025 será un año de cosecha para el euro. Desde principios de año, cuando alcanzó 1.04 dólares, hasta septiembre, que llegó a 1.19 dólares, la subida supera el 13%. Hasta noviembre, el EUR/USD se mantiene estable en torno a 1.16. Este rendimiento rompe con la tendencia de depreciación del euro de más de una década, pero surgen dudas: ¿podrá esta dinámica alcista continuar en 2026 y 2027?
Para responder a esto, debemos sopesar varias fuerzas contradictorias. Por un lado, las diferencias en las políticas de tipos de interés de la Reserva Federal y el BCE proporcionan una base sólida para el euro. Por otro, los riesgos políticos en Europa, los costes energéticos elevados y el rendimiento superior a las expectativas de la economía estadounidense ensombrecen el panorama del euro.
Análisis técnico: niveles clave de soporte que sugieren riesgos a la baja
Desde el punto de vista gráfico, el EUR/USD enfrenta actualmente dos líneas de defensa importantes. Hacia abajo, los soportes principales son 1.1550 y 1.1470. Si se rompe el 1.15, la lógica alcista previa se verá seriamente amenazada, e incluso podría desencadenar una caída en cadena hacia la zona de 1.10-1.12.
Por el contrario, una ruptura al alza requeriría superar la resistencia en 1.1800-1.1920. Si logra estabilizarse por encima de 1.20, el siguiente objetivo de ataque sería 1.22-1.25. El rango de negociación actual oscila entre 1.14 y 1.17, reflejando la indecisión del mercado respecto al futuro.
Diferencial de tipos: la argumentación más sólida a favor del euro
Este es el factor de soporte más fácil de cuantificar. La Reserva Federal recortó los tipos en 50 puntos básicos en la segunda mitad de 2025, y la tasa de fondos federales se sitúa ahora entre 3.75% y 4.00%. El mercado espera que siga bajando hasta aproximadamente 3.4% a finales de 2026.
El Banco Central Europeo (BCE) es un caso completamente diferente. La tasa de facilidad de depósito se mantiene en 2.00% desde junio, y la postura oficial indica que el ciclo de subidas ha terminado. La teoría económica señala que la reducción del diferencial de tipos suele debilitar la moneda de la parte que se beneficia de esa diferencia (en este caso, el dólar), llevando a un ajuste de equilibrio. Los datos históricos muestran que cada reducción de 100 puntos básicos en el diferencial suele traducirse en una variación del tipo de cambio del 5-8%. Siguiendo esta lógica, el EUR/USD debería subir desde 1.16 a 1.22-1.25.
Existe también una hipótesis más agresiva: si los planes de estímulo en Alemania resultan ser efectivos, el BCE podría comenzar a subir tipos en 2027, incluso antes que la Fed. Esto reforzaría aún más el euro.
Experiencia en EE. UU.: el impulso de crecimiento no debe subestimarse
El segundo mandato de Trump ha aportado datos económicos concretos. En el segundo trimestre de 2025, el crecimiento del PIB alcanzó el 3.8%, impulsado principalmente por un auge en las inversiones relacionadas con la inteligencia artificial.
La estrategia del arancel
En abril, el “Día de la Liberación” anunció un plan de aranceles máximos del 145%, lo que asustó al mercado. Pero esto sigue la vieja estrategia de Trump: primero lanzar propuestas extremas, luego negociar un “plan intermedio” y, finalmente, declarar victoria. Actualmente, los aranceles promedio están en torno al 15-18%, más altos que en el mandato anterior, pero no extremos.
Curiosamente, para obtener ventajas arancelarias, EE. UU. ha asegurado compromisos de inversión con socios comerciales clave como la UE y Japón. Es decir, Trump ha utilizado amenazas arancelarias para presionar a otros países a invertir en EE. UU., fortaleciendo así su economía interna. No fue una mala jugada.
La reforma fiscal y la ola de inversión en tecnología
En julio, la “Gran Ley Americana” hizo permanentes las políticas de reducción de impuestos de 2017. La tasa corporativa se mantiene en un 21%, y con energía barata, atrae a empresas tecnológicas y manufactureras de todo el mundo:
TSMC invierte en Arizona con tres fábricas de chips, por 1650 millones de dólares
Samsung invierte 440 millones en Texas
Intel amplía su capacidad en Ohio con una inversión de 200 millones
Estos proyectos muestran que EE. UU. está ganando atractivo como destino de inversión. Pero también hay que tener en cuenta que la deuda estadounidense sigue en aumento. Para 2026, el déficit alcanzará aproximadamente el 6% del PIB, y los ataques de Trump a la independencia de la Fed generan dudas entre los inversores internacionales. Irónicamente, aunque Trump busca debilitar el dólar para favorecer las exportaciones, este año el dólar se ha depreciado frente al euro en más del 10%.
Plan de 500 mil millones de euros en Alemania: ¿está sobrevalorado?
Este fondo de infraestructura de 12 años suele presentarse como el salvador de la eurozona, pero la realidad puede ser más compleja.
La crisis de costes energéticos no se puede resolver solo con infraestructura
El precio de la electricidad residencial en Alemania es de 30-35 céntimos de euro por kWh, y para la industrial, 15-20 céntimos, el doble o triple que en EE. UU. Por mucho que se invierta en infraestructura, esto no cambiará. Aunque el gobierno ha establecido un tope de 5 céntimos por kWh para la electricidad industrial en 2026-2028, esto es solo una medida de emergencia. Para industrias intensivas en energía como la química, el acero o los semiconductores, Alemania sigue siendo poco competitiva a largo plazo. Las fábricas que ya se han trasladado no volverán fácilmente, y si lo hacen, llevará años. Esto reduce el efecto multiplicador de la inversión en infraestructura.
Las dificultades de implementación están subestimadas
El plazo medio para completar proyectos de infraestructura en Alemania es de 17 años, de los cuales 13 se dedican a aprobaciones. Además, faltan 250,000 trabajadores en la construcción. Esto significa que los fondos de estímulo podrían no gastarse o hacerlo de forma muy ineficiente.
El gasto en defensa puede terminar en EE. UU.
Una parte importante de las compras militares (F-35, sistemas Patriot, helicópteros Chinook, etc.) se quedará en EE. UU., en lugar de beneficiar a empresas alemanas. Esto reduce el impacto económico en Alemania.
La incertidumbre política conlleva riesgos
Las elecciones estatales de 2026 podrían traer sorpresas. Las encuestas muestran que el apoyo a los partidos de extrema derecha ronda el 25%. Si en algunos estados se convierten en la fuerza mayor, podría desencadenarse una crisis política, afectando la capacidad del gobierno de coalición para gobernar. Esto elevaría los rendimientos de los bonos alemanes y aumentaría los costes de financiación del plan de estímulo.
Francia y la eurozona: la inestabilidad política supera los fundamentos económicos
Francia sigue siendo una bomba de tiempo en la eurozona. En octubre, un gobierno colapsó en 24 horas. El déficit representa el 6% del PIB, y la deuda el 113%. La rentabilidad de los bonos es superior a la de España, lo cual es una señal de alarma.
El crecimiento del tercer trimestre en la eurozona fue solo del 0.2% mensual, con una tasa anualizada del 1.3%, muy por debajo del 3.8% de EE. UU. en ese período. La previsión para 2026 es del 1.5%. La única nota positiva es que la inflación está controlada en torno al 2% y la tasa de desempleo es relativamente saludable (6.3%), lo que da margen al BCE para mantener la política actual.
Pero el BCE enfrenta un dilema. Si los estímulos en Alemania funcionan, la economía podría acelerarse y elevar la inflación, forzando al banco a subir tipos. Pero subirlos sería una pesadilla para los países del sur de Europa con alta deuda, y podría volver a dividir el mercado de bonos. El BCE tiene herramientas como TPI para gestionar esto, pero requiere cooperación de los países, que actualmente no existe.
Predicciones principales: consenso en 2026, divergencias en 2027
Curiosamente, las principales instituciones coinciden en que el EUR/USD se apreciará a finales de 2026. La razón principal sigue siendo el diferencial de tipos, la sobrevaloración del dólar, la reversión de flujos de capital y los estímulos en Alemania. Las predicciones son:
Institución
Predicción a finales de 2026
Morgan Stanley
1.25
BNP Paribas
1.25
Goldman Sachs
1.25
Royal Bank of Canada
1.24
JP Morgan
1.22
ING
1.22-1.25
Commerzbank
1.20
Wells Fargo
1.18-1.20
Para 2027, las opiniones empiezan a divergir. Los argumentos alcistas permanecen, pero los bajistas aportan nuevas perspectivas: posible pausa en recortes de la Fed, recuperación económica en EE. UU., falta de atractivo del euro.
Institución
Predicción a finales de 2027
Deutsche Bank
1.30
Morgan Stanley
1.27
Royal Bank of Canada
1.24
Commerzbank
1.22
Wells Fargo
1.12
Tres escenarios posibles
Escenario neutral: oscilación entre 1.10 y 1.20
Las fuerzas están bastante equilibradas. El diferencial de tipos sostiene el suelo en 1.10-1.12, mientras que los riesgos en Europa limitan la subida a 1.18-1.20. La economía estadounidense crece moderadamente (1.8%-2.2%), sin entrar en recesión ni explotar. Los planes en Alemania tienen resultados parciales. En este escenario, el EUR/USD fluctúa mayormente entre 1.14 y 1.17, con compras en 1.10-1.12 y ventas en 1.18-1.20.
Escenario pesimista: caída a 1.05-1.10
Las elecciones estatales de 2026 fracasan, los partidos de extrema derecha ganan fuerza, el gobierno de coalición se paraliza y los estímulos se posponen. Los rendimientos de los bonos alemanes se disparan, la crisis fiscal en Francia se agrava y el BCE se ve obligado a recortar tipos para estabilizar. EE. UU. sorprende con una economía fuerte, impulsada por IA y productividad, con inflación en torno al 2% y la Fed en pausa en 3.5%. Este escenario podría llevar al EUR/USD a 1.08-1.10, incluso a 1.05.
Escenario optimista: subida a 1.22-1.28
Estabilidad política en Alemania, estímulos en marcha, crecimiento del 2% (una gran noticia para el euro). El BCE puede preparar el terreno para subir tipos en 2026, fortaleciendo el euro. EE. UU. enfrenta problemas: inflación persistente, deterioro del empleo y riesgo de estanflación. La presión de Trump sobre la Fed aumenta, y la incertidumbre crece tras la confirmación del sucesor de Powell en mayo de 2026. Capital internacional reduce posiciones en dólares, y el EUR/USD rompe 1.20, alcanzando 1.22-1.28.
Estrategia de trading y gestión de riesgos
Dada la alta incertidumbre, se recomienda una estrategia flexible basada en eventos. Los eventos clave incluyen:
Resultados de las elecciones estatales en Alemania 2026
Anuncio del sucesor de la presidenta de la Fed (mayo 2026)
Evolución de la situación fiscal en Francia
Progreso del gasto en estímulos en Alemania
Datos económicos en EE. UU.
La gestión del riesgo es fundamental. Los riesgos políticos en Alemania suelen ser subestimados y, si se desencadenan, pueden generar efectos en cadena. Conflictos geopolíticos o crisis energéticas pueden impulsar la demanda de refugio en el dólar. La resiliencia de EE. UU. (especialmente por IA y bajos impuestos) también puede sorprender a la baja al euro.
Resumen de perspectivas del EUR/USD
En 2026-2027, el EUR/USD estará sometido a la tensión de múltiples fuerzas. La diferencia de tipos ofrece soporte técnico en torno a 1.10-1.12, y la sobrevaloración del dólar y los flujos de capital apuntan a una recuperación. Pero la fragmentación política en Alemania y Francia, las desventajas energéticas en Europa y la economía estadounidense sorprendentemente fuerte son factores limitantes.
La clave para ver una mayor apreciación del euro dependerá de dos cuestiones: ¿podrá Alemania lograr una reestructuración política y ejecutar eficazmente los estímulos tras las elecciones de 2026? ¿Podrá mantenerse el impulso de la economía estadounidense por IA, o será arrastrada por la deuda y la incertidumbre política? La respuesta a estas preguntas aún no está clara, y esa es la razón principal por la que el mercado sigue siendo volátil e incierto.
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Perspectiva del EUR/USD 2026-2027: Cuando la tendencia alcista se encuentra con la incertidumbre
Un momento clave tras un año de fuerte subida
2025 será un año de cosecha para el euro. Desde principios de año, cuando alcanzó 1.04 dólares, hasta septiembre, que llegó a 1.19 dólares, la subida supera el 13%. Hasta noviembre, el EUR/USD se mantiene estable en torno a 1.16. Este rendimiento rompe con la tendencia de depreciación del euro de más de una década, pero surgen dudas: ¿podrá esta dinámica alcista continuar en 2026 y 2027?
Para responder a esto, debemos sopesar varias fuerzas contradictorias. Por un lado, las diferencias en las políticas de tipos de interés de la Reserva Federal y el BCE proporcionan una base sólida para el euro. Por otro, los riesgos políticos en Europa, los costes energéticos elevados y el rendimiento superior a las expectativas de la economía estadounidense ensombrecen el panorama del euro.
Análisis técnico: niveles clave de soporte que sugieren riesgos a la baja
Desde el punto de vista gráfico, el EUR/USD enfrenta actualmente dos líneas de defensa importantes. Hacia abajo, los soportes principales son 1.1550 y 1.1470. Si se rompe el 1.15, la lógica alcista previa se verá seriamente amenazada, e incluso podría desencadenar una caída en cadena hacia la zona de 1.10-1.12.
Por el contrario, una ruptura al alza requeriría superar la resistencia en 1.1800-1.1920. Si logra estabilizarse por encima de 1.20, el siguiente objetivo de ataque sería 1.22-1.25. El rango de negociación actual oscila entre 1.14 y 1.17, reflejando la indecisión del mercado respecto al futuro.
Diferencial de tipos: la argumentación más sólida a favor del euro
Este es el factor de soporte más fácil de cuantificar. La Reserva Federal recortó los tipos en 50 puntos básicos en la segunda mitad de 2025, y la tasa de fondos federales se sitúa ahora entre 3.75% y 4.00%. El mercado espera que siga bajando hasta aproximadamente 3.4% a finales de 2026.
El Banco Central Europeo (BCE) es un caso completamente diferente. La tasa de facilidad de depósito se mantiene en 2.00% desde junio, y la postura oficial indica que el ciclo de subidas ha terminado. La teoría económica señala que la reducción del diferencial de tipos suele debilitar la moneda de la parte que se beneficia de esa diferencia (en este caso, el dólar), llevando a un ajuste de equilibrio. Los datos históricos muestran que cada reducción de 100 puntos básicos en el diferencial suele traducirse en una variación del tipo de cambio del 5-8%. Siguiendo esta lógica, el EUR/USD debería subir desde 1.16 a 1.22-1.25.
Existe también una hipótesis más agresiva: si los planes de estímulo en Alemania resultan ser efectivos, el BCE podría comenzar a subir tipos en 2027, incluso antes que la Fed. Esto reforzaría aún más el euro.
Experiencia en EE. UU.: el impulso de crecimiento no debe subestimarse
El segundo mandato de Trump ha aportado datos económicos concretos. En el segundo trimestre de 2025, el crecimiento del PIB alcanzó el 3.8%, impulsado principalmente por un auge en las inversiones relacionadas con la inteligencia artificial.
La estrategia del arancel
En abril, el “Día de la Liberación” anunció un plan de aranceles máximos del 145%, lo que asustó al mercado. Pero esto sigue la vieja estrategia de Trump: primero lanzar propuestas extremas, luego negociar un “plan intermedio” y, finalmente, declarar victoria. Actualmente, los aranceles promedio están en torno al 15-18%, más altos que en el mandato anterior, pero no extremos.
Curiosamente, para obtener ventajas arancelarias, EE. UU. ha asegurado compromisos de inversión con socios comerciales clave como la UE y Japón. Es decir, Trump ha utilizado amenazas arancelarias para presionar a otros países a invertir en EE. UU., fortaleciendo así su economía interna. No fue una mala jugada.
La reforma fiscal y la ola de inversión en tecnología
En julio, la “Gran Ley Americana” hizo permanentes las políticas de reducción de impuestos de 2017. La tasa corporativa se mantiene en un 21%, y con energía barata, atrae a empresas tecnológicas y manufactureras de todo el mundo:
Estos proyectos muestran que EE. UU. está ganando atractivo como destino de inversión. Pero también hay que tener en cuenta que la deuda estadounidense sigue en aumento. Para 2026, el déficit alcanzará aproximadamente el 6% del PIB, y los ataques de Trump a la independencia de la Fed generan dudas entre los inversores internacionales. Irónicamente, aunque Trump busca debilitar el dólar para favorecer las exportaciones, este año el dólar se ha depreciado frente al euro en más del 10%.
Plan de 500 mil millones de euros en Alemania: ¿está sobrevalorado?
Este fondo de infraestructura de 12 años suele presentarse como el salvador de la eurozona, pero la realidad puede ser más compleja.
La crisis de costes energéticos no se puede resolver solo con infraestructura
El precio de la electricidad residencial en Alemania es de 30-35 céntimos de euro por kWh, y para la industrial, 15-20 céntimos, el doble o triple que en EE. UU. Por mucho que se invierta en infraestructura, esto no cambiará. Aunque el gobierno ha establecido un tope de 5 céntimos por kWh para la electricidad industrial en 2026-2028, esto es solo una medida de emergencia. Para industrias intensivas en energía como la química, el acero o los semiconductores, Alemania sigue siendo poco competitiva a largo plazo. Las fábricas que ya se han trasladado no volverán fácilmente, y si lo hacen, llevará años. Esto reduce el efecto multiplicador de la inversión en infraestructura.
Las dificultades de implementación están subestimadas
El plazo medio para completar proyectos de infraestructura en Alemania es de 17 años, de los cuales 13 se dedican a aprobaciones. Además, faltan 250,000 trabajadores en la construcción. Esto significa que los fondos de estímulo podrían no gastarse o hacerlo de forma muy ineficiente.
El gasto en defensa puede terminar en EE. UU.
Una parte importante de las compras militares (F-35, sistemas Patriot, helicópteros Chinook, etc.) se quedará en EE. UU., en lugar de beneficiar a empresas alemanas. Esto reduce el impacto económico en Alemania.
La incertidumbre política conlleva riesgos
Las elecciones estatales de 2026 podrían traer sorpresas. Las encuestas muestran que el apoyo a los partidos de extrema derecha ronda el 25%. Si en algunos estados se convierten en la fuerza mayor, podría desencadenarse una crisis política, afectando la capacidad del gobierno de coalición para gobernar. Esto elevaría los rendimientos de los bonos alemanes y aumentaría los costes de financiación del plan de estímulo.
Francia y la eurozona: la inestabilidad política supera los fundamentos económicos
Francia sigue siendo una bomba de tiempo en la eurozona. En octubre, un gobierno colapsó en 24 horas. El déficit representa el 6% del PIB, y la deuda el 113%. La rentabilidad de los bonos es superior a la de España, lo cual es una señal de alarma.
El crecimiento del tercer trimestre en la eurozona fue solo del 0.2% mensual, con una tasa anualizada del 1.3%, muy por debajo del 3.8% de EE. UU. en ese período. La previsión para 2026 es del 1.5%. La única nota positiva es que la inflación está controlada en torno al 2% y la tasa de desempleo es relativamente saludable (6.3%), lo que da margen al BCE para mantener la política actual.
Pero el BCE enfrenta un dilema. Si los estímulos en Alemania funcionan, la economía podría acelerarse y elevar la inflación, forzando al banco a subir tipos. Pero subirlos sería una pesadilla para los países del sur de Europa con alta deuda, y podría volver a dividir el mercado de bonos. El BCE tiene herramientas como TPI para gestionar esto, pero requiere cooperación de los países, que actualmente no existe.
Predicciones principales: consenso en 2026, divergencias en 2027
Curiosamente, las principales instituciones coinciden en que el EUR/USD se apreciará a finales de 2026. La razón principal sigue siendo el diferencial de tipos, la sobrevaloración del dólar, la reversión de flujos de capital y los estímulos en Alemania. Las predicciones son:
Para 2027, las opiniones empiezan a divergir. Los argumentos alcistas permanecen, pero los bajistas aportan nuevas perspectivas: posible pausa en recortes de la Fed, recuperación económica en EE. UU., falta de atractivo del euro.
Tres escenarios posibles
Escenario neutral: oscilación entre 1.10 y 1.20
Las fuerzas están bastante equilibradas. El diferencial de tipos sostiene el suelo en 1.10-1.12, mientras que los riesgos en Europa limitan la subida a 1.18-1.20. La economía estadounidense crece moderadamente (1.8%-2.2%), sin entrar en recesión ni explotar. Los planes en Alemania tienen resultados parciales. En este escenario, el EUR/USD fluctúa mayormente entre 1.14 y 1.17, con compras en 1.10-1.12 y ventas en 1.18-1.20.
Escenario pesimista: caída a 1.05-1.10
Las elecciones estatales de 2026 fracasan, los partidos de extrema derecha ganan fuerza, el gobierno de coalición se paraliza y los estímulos se posponen. Los rendimientos de los bonos alemanes se disparan, la crisis fiscal en Francia se agrava y el BCE se ve obligado a recortar tipos para estabilizar. EE. UU. sorprende con una economía fuerte, impulsada por IA y productividad, con inflación en torno al 2% y la Fed en pausa en 3.5%. Este escenario podría llevar al EUR/USD a 1.08-1.10, incluso a 1.05.
Escenario optimista: subida a 1.22-1.28
Estabilidad política en Alemania, estímulos en marcha, crecimiento del 2% (una gran noticia para el euro). El BCE puede preparar el terreno para subir tipos en 2026, fortaleciendo el euro. EE. UU. enfrenta problemas: inflación persistente, deterioro del empleo y riesgo de estanflación. La presión de Trump sobre la Fed aumenta, y la incertidumbre crece tras la confirmación del sucesor de Powell en mayo de 2026. Capital internacional reduce posiciones en dólares, y el EUR/USD rompe 1.20, alcanzando 1.22-1.28.
Estrategia de trading y gestión de riesgos
Dada la alta incertidumbre, se recomienda una estrategia flexible basada en eventos. Los eventos clave incluyen:
La gestión del riesgo es fundamental. Los riesgos políticos en Alemania suelen ser subestimados y, si se desencadenan, pueden generar efectos en cadena. Conflictos geopolíticos o crisis energéticas pueden impulsar la demanda de refugio en el dólar. La resiliencia de EE. UU. (especialmente por IA y bajos impuestos) también puede sorprender a la baja al euro.
Resumen de perspectivas del EUR/USD
En 2026-2027, el EUR/USD estará sometido a la tensión de múltiples fuerzas. La diferencia de tipos ofrece soporte técnico en torno a 1.10-1.12, y la sobrevaloración del dólar y los flujos de capital apuntan a una recuperación. Pero la fragmentación política en Alemania y Francia, las desventajas energéticas en Europa y la economía estadounidense sorprendentemente fuerte son factores limitantes.
La clave para ver una mayor apreciación del euro dependerá de dos cuestiones: ¿podrá Alemania lograr una reestructuración política y ejecutar eficazmente los estímulos tras las elecciones de 2026? ¿Podrá mantenerse el impulso de la economía estadounidense por IA, o será arrastrada por la deuda y la incertidumbre política? La respuesta a estas preguntas aún no está clara, y esa es la razón principal por la que el mercado sigue siendo volátil e incierto.