Globalmente, la situación política es inestable y los presupuestos militares aumentan cada año. Desde Ucrania, Palestina hasta el estrecho de Taiwán, cada punto caliente impulsa el flujo de capital — las acciones de armamento se han convertido en el centro de atención del mercado. Pero no todas las empresas que se presentan bajo la bandera de la industria militar valen la pena, la clave está en elegir bien el objetivo.
¿Por qué hablar ahora de inversión en acciones de armamento?
La guerra moderna ha cambiado radicalmente. Drones, misiles de precisión, guerra de información han reemplazado las tácticas tradicionales de multitudes. Los ejércitos de todos los países quizás no aumenten en número, pero la inversión en tecnología solo será más frenética. En una era de disminución de la natalidad, gastar en equipamiento es más barato que mantener tropas, y los gobiernos lo tienen muy claro.
¿Cuál es el dato más directo? Los principales países militares como China, Taiwán y Estados Unidos han aumentado sus presupuestos de defensa en los últimos dos años. Esto no es un ajuste temporal, sino una tendencia a largo plazo. La escalada en la política regional y la intensificación de la competencia entre grandes potencias solo harán que los gastos militares sigan creciendo.
La lógica subyacente para elegir acciones de armamento
Muchos ven las acciones del sector militar demasiado simplificadamente, pensando que basta con que la empresa venda a los militares. En realidad, seleccionar acciones de armamento requiere prestar atención a tres indicadores clave:
Proporción de ingresos militares
Si una empresa obtiene menos del 30% de sus ingresos de pedidos militares, no se puede hablar de una empresa puramente militar. Por ejemplo, Caterpillar, aunque se clasifica como acción del sector militar, tiene menos del 30% de sus ingresos en militar, su negocio principal sigue siendo maquinaria industrial. Por lo tanto, su volatilidad depende principalmente de la demanda global de infraestructura, no del gasto militar. Empresas con límites difusos como estas pueden inducir a error.
Profundidad de la barrera de entrada
La barrera de entrada en la industria militar es la más alta del mundo. ¿Por qué? Porque se trata de seguridad nacional, y los clientes son los gobiernos. La confianza se construye en años o incluso décadas. Las barreras tecnológicas también son profundas: las tecnologías más avanzadas están en laboratorios y en las fuerzas armadas, mientras que en el sector civil solo se obtiene tecnología obsoleta. Esto hace que las empresas líderes sean casi insustituibles, lo que da un soporte natural a sus precios.
Estabilidad del negocio civil
Este es el aspecto más fácil de pasar por alto. Algunas empresas como Boeing o Raytheon, aunque tienen pedidos militares estables, si su sector civil tiene problemas, el precio de sus acciones también cae en picada. Crees que compras beneficios del sector militar, pero en realidad te arrastras con la recesión y las demandas del sector civil.
Análisis de las filas de acciones militares en EE. UU.
Primera fila: representantes de la industria militar pura
Northrop Grumman(NOC)
El cuarto mayor fabricante militar del mundo y el mayor fabricante de radares. La pureza de su negocio es máxima — casi todo es militar. Sus dividendos han crecido durante 18 años consecutivos, algo raro en los mercados globales.
Este año aceleró un plan de recompra de acciones por 500 millones de dólares para mantener los intereses de los accionistas. Lo más importante es que la dirección de I+D de Northrop está enfocada en el futuro — espacio, misiles, comunicaciones, alineados con la estrategia de ‘disuasión estratégica’ de EE. UU. Mientras exista sensación de crisis global (con o sin guerra), los países seguirán aumentando su inversión en defensa. A largo plazo, Northrop es la opción más pura en acciones de armamento.
General Dynamics(GD)
Uno de los cinco principales proveedores militares de EE. UU., cubre todos los ámbitos: mar, tierra y aire. Curiosamente, aunque no es una empresa puramente militar (el sector civil representa el 25%), su independencia en esa área hace que sus ingresos totales no sean tan afectados por la economía.
Tras la crisis financiera de 2008 y la pandemia de 2020, las ganancias de General Dynamics no se vieron afectadas. Sus dividendos han crecido durante 32 años consecutivos, solo 30 empresas en EE. UU. pueden decir lo mismo. Sus productos civiles incluyen jets de Gulfstream (que sirven a millonarios), y en militar, defensa, marina y sistemas de armas. Aunque su crecimiento no es tan alto como el de empresas puramente militares, su estabilidad es insuperable, ideal para inversores conservadores.
Lockheed Martin(LMT)
Gigante militar, con una tendencia de precios estable a largo plazo, las caídas suelen deberse a correcciones del mercado. Es una empresa con historia larga y acumulación tecnológica profunda, un representante de las acciones de referencia en el sector.
Segunda fila: empresas con operaciones duales (riesgo moderado)
Boeing(BA)
El mayor fabricante de aviones comerciales del mundo y uno de los cinco principales proveedores militares de EE. UU. Aquí surge la contradicción: los aviones civiles tienen un volumen enorme pero son muy volátiles, mientras que los pedidos militares son estables pero en menor escala.
En 2018 y 2019, los problemas con el 737 MAX provocaron la suspensión global de vuelos, y la pandemia agravó la situación, reduciendo significativamente las ganancias. Peor aún, las empresas chinas de aviones comerciales comenzaron a ganar mercado, rompiendo décadas de monopolio de Boeing. Aunque los negocios militares siguen creciendo, el futuro del sector civil es incierto. Desde una perspectiva de inversión, Boeing es más para comprar en bajista que para comprar en alza.
Raytheon(RTX)
También con operaciones duales, pero con un rendimiento pobre en 2023 — todo el año en recesión. La raíz del problema está en su sector civil: componentes para el Airbus A320neo, que en condiciones de alta presión pueden fracturarse, causando problemas en los motores. La recuperación del turismo ha impulsado la demanda de compras aéreas, pero para Raytheon esto ha sido una pesadilla: en los próximos 3 a 4 años, se inspeccionarán en promedio 350 A320neo cada año, con tiempos de reparación de hasta 300 días por incidente.
Esto no solo afecta los ingresos, sino que también genera demandas y pérdida de clientes. Aunque los pedidos militares siguen creciendo, los inversores no pueden ignorar los problemas en el sector civil. Este activo requiere más observación.
Estrategia en acciones militares en el mercado de Taiwán
Taiwán, en una zona de alta tensión geopolítica, ha aumentado su presupuesto de defensa en los últimos dos años, al igual que China.
Tian-Ho Technology(8033.TW)
Antes fabricante de juguetes con modelos a control remoto, se transformó en una empresa de armamento tras la explosión del mercado de drones. En 2022, su precio subió mucho, y con el aumento en las compras militares, merece atención continua. Lo clave es si sus pedidos militares seguirán creciendo.
Hannxiang(2634.TW)
Modelo de negocio muy particular: su sector civil se centra en mantenimiento y venta de piezas, y en militar, en entrenadores. Esta diversificación evita los riesgos de empresas como Raytheon o Boeing, que dependen de un solo producto. Sus pedidos también aumentan con el crecimiento del mercado de drones y la reapertura de fronteras.
En comparación con sus competidores, que enfrentan dificultades por problemas con una sola marca o modelo, Hannxiang tiene una protección natural gracias a su negocio diversificado de mantenimiento y reparación: cuando la industria va bien, gana más; el riesgo está más equilibrado, y su precio es relativamente estable.
Tres verdades sobre la inversión en acciones de armamento
Warren Buffett dijo una vez que los mejores negocios tienen tres cosas: suficiente liquidez (flujo de caja), un largo recorrido (espacio de mercado) y una profunda barrera de entrada (ventaja competitiva). Las acciones de armamento cumplen con todo esto:
Demanda infinita
Los conflictos humanos no han cesado en la historia, y la demanda militar trasciende las eras. Este sector no solo tiene un recorrido largo, sino que parece infinito. A diferencia de otros sectores que pueden ser revolucionados por avances tecnológicos, la necesidad militar en sí misma es una constante.
Barreras tecnológicas invencibles
Las tecnologías más avanzadas están en el ámbito militar — las tecnologías civiles siempre son versiones obsoletas de las militares. La entrada es extremadamente difícil, los clientes solo son gobiernos, y la confianza se construye en años. Patentes nacionales, acuerdos exclusivos de suministro, mantienen a las empresas líderes en su posición, y las nuevas empresas casi no tienen oportunidad.
Beneficios geopolíticos en aumento
El mundo entra en una era de política regional, con una competencia entre grandes potencias que aumenta la probabilidad de guerra. La estrategia de retorno de la manufactura a EE. UU. iniciada en la era Trump no se ha revertido, sino que ha hecho que los países sean más cautelosos con su defensa. El gasto en defensa se ha convertido en una tendencia de crecimiento constante, y probablemente continuará así por mucho tiempo.
La única razón para que las acciones militares caigan mucho sería una ‘desmilitarización’, pero en la situación internacional actual, esa probabilidad es casi nula.
Riesgos de invertir en acciones de armamento
Pero aquí hay que romper la ilusión: lo más peligroso al elegir acciones militares es caer en trampas. Hay dos principales:
Primero, baja proporción de negocio militar. Como Caterpillar, donde los ingresos militares son menos del 30%, y la mayor parte de su negocio depende del ciclo económico global, totalmente diferente a las acciones puramente militares.
Segundo, el peso del sector civil. La lección de Boeing y Raytheon ya fue dura: aunque los pedidos militares sean estables, no pueden detener la recesión civil ni las demandas judiciales. Al escoger, hay que entender bien la estructura de ingresos militares y civiles, sin centrarse solo en la parte militar y olvidar la global.
En definitiva, el riesgo de quiebra en las acciones militares es muy bajo. Los principales clientes son los gobiernos, con relaciones estrechas y alta confianza, y los países no permitirán que empresas militares importantes quiebren. Esto da una protección adicional para los inversores a largo plazo.
Resumen
Las acciones de armamento son una dirección de inversión que merece atención en el futuro. La demanda del mercado crece de forma estable, y la barrera de entrada es profunda. Pero antes de invertir, hay que hacer deberes:
Primero, verificar qué porcentaje de ingresos proviene del sector militar; segundo, si el negocio civil es estable o presenta riesgos; y tercero, analizar la situación financiera de la empresa, las tendencias geopolíticas globales y las tendencias del sector. Solo evaluando estos factores de manera integral, se podrá aprovechar realmente las oportunidades en acciones de armamento y no caer en trampas.
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¿Cómo elegir acciones de armas? Guía de estrategia para líderes en acciones estadounidenses y taiwanesas
Globalmente, la situación política es inestable y los presupuestos militares aumentan cada año. Desde Ucrania, Palestina hasta el estrecho de Taiwán, cada punto caliente impulsa el flujo de capital — las acciones de armamento se han convertido en el centro de atención del mercado. Pero no todas las empresas que se presentan bajo la bandera de la industria militar valen la pena, la clave está en elegir bien el objetivo.
¿Por qué hablar ahora de inversión en acciones de armamento?
La guerra moderna ha cambiado radicalmente. Drones, misiles de precisión, guerra de información han reemplazado las tácticas tradicionales de multitudes. Los ejércitos de todos los países quizás no aumenten en número, pero la inversión en tecnología solo será más frenética. En una era de disminución de la natalidad, gastar en equipamiento es más barato que mantener tropas, y los gobiernos lo tienen muy claro.
¿Cuál es el dato más directo? Los principales países militares como China, Taiwán y Estados Unidos han aumentado sus presupuestos de defensa en los últimos dos años. Esto no es un ajuste temporal, sino una tendencia a largo plazo. La escalada en la política regional y la intensificación de la competencia entre grandes potencias solo harán que los gastos militares sigan creciendo.
La lógica subyacente para elegir acciones de armamento
Muchos ven las acciones del sector militar demasiado simplificadamente, pensando que basta con que la empresa venda a los militares. En realidad, seleccionar acciones de armamento requiere prestar atención a tres indicadores clave:
Proporción de ingresos militares
Si una empresa obtiene menos del 30% de sus ingresos de pedidos militares, no se puede hablar de una empresa puramente militar. Por ejemplo, Caterpillar, aunque se clasifica como acción del sector militar, tiene menos del 30% de sus ingresos en militar, su negocio principal sigue siendo maquinaria industrial. Por lo tanto, su volatilidad depende principalmente de la demanda global de infraestructura, no del gasto militar. Empresas con límites difusos como estas pueden inducir a error.
Profundidad de la barrera de entrada
La barrera de entrada en la industria militar es la más alta del mundo. ¿Por qué? Porque se trata de seguridad nacional, y los clientes son los gobiernos. La confianza se construye en años o incluso décadas. Las barreras tecnológicas también son profundas: las tecnologías más avanzadas están en laboratorios y en las fuerzas armadas, mientras que en el sector civil solo se obtiene tecnología obsoleta. Esto hace que las empresas líderes sean casi insustituibles, lo que da un soporte natural a sus precios.
Estabilidad del negocio civil
Este es el aspecto más fácil de pasar por alto. Algunas empresas como Boeing o Raytheon, aunque tienen pedidos militares estables, si su sector civil tiene problemas, el precio de sus acciones también cae en picada. Crees que compras beneficios del sector militar, pero en realidad te arrastras con la recesión y las demandas del sector civil.
Análisis de las filas de acciones militares en EE. UU.
Primera fila: representantes de la industria militar pura
Northrop Grumman(NOC)
El cuarto mayor fabricante militar del mundo y el mayor fabricante de radares. La pureza de su negocio es máxima — casi todo es militar. Sus dividendos han crecido durante 18 años consecutivos, algo raro en los mercados globales.
Este año aceleró un plan de recompra de acciones por 500 millones de dólares para mantener los intereses de los accionistas. Lo más importante es que la dirección de I+D de Northrop está enfocada en el futuro — espacio, misiles, comunicaciones, alineados con la estrategia de ‘disuasión estratégica’ de EE. UU. Mientras exista sensación de crisis global (con o sin guerra), los países seguirán aumentando su inversión en defensa. A largo plazo, Northrop es la opción más pura en acciones de armamento.
General Dynamics(GD)
Uno de los cinco principales proveedores militares de EE. UU., cubre todos los ámbitos: mar, tierra y aire. Curiosamente, aunque no es una empresa puramente militar (el sector civil representa el 25%), su independencia en esa área hace que sus ingresos totales no sean tan afectados por la economía.
Tras la crisis financiera de 2008 y la pandemia de 2020, las ganancias de General Dynamics no se vieron afectadas. Sus dividendos han crecido durante 32 años consecutivos, solo 30 empresas en EE. UU. pueden decir lo mismo. Sus productos civiles incluyen jets de Gulfstream (que sirven a millonarios), y en militar, defensa, marina y sistemas de armas. Aunque su crecimiento no es tan alto como el de empresas puramente militares, su estabilidad es insuperable, ideal para inversores conservadores.
Lockheed Martin(LMT)
Gigante militar, con una tendencia de precios estable a largo plazo, las caídas suelen deberse a correcciones del mercado. Es una empresa con historia larga y acumulación tecnológica profunda, un representante de las acciones de referencia en el sector.
Segunda fila: empresas con operaciones duales (riesgo moderado)
Boeing(BA)
El mayor fabricante de aviones comerciales del mundo y uno de los cinco principales proveedores militares de EE. UU. Aquí surge la contradicción: los aviones civiles tienen un volumen enorme pero son muy volátiles, mientras que los pedidos militares son estables pero en menor escala.
En 2018 y 2019, los problemas con el 737 MAX provocaron la suspensión global de vuelos, y la pandemia agravó la situación, reduciendo significativamente las ganancias. Peor aún, las empresas chinas de aviones comerciales comenzaron a ganar mercado, rompiendo décadas de monopolio de Boeing. Aunque los negocios militares siguen creciendo, el futuro del sector civil es incierto. Desde una perspectiva de inversión, Boeing es más para comprar en bajista que para comprar en alza.
Raytheon(RTX)
También con operaciones duales, pero con un rendimiento pobre en 2023 — todo el año en recesión. La raíz del problema está en su sector civil: componentes para el Airbus A320neo, que en condiciones de alta presión pueden fracturarse, causando problemas en los motores. La recuperación del turismo ha impulsado la demanda de compras aéreas, pero para Raytheon esto ha sido una pesadilla: en los próximos 3 a 4 años, se inspeccionarán en promedio 350 A320neo cada año, con tiempos de reparación de hasta 300 días por incidente.
Esto no solo afecta los ingresos, sino que también genera demandas y pérdida de clientes. Aunque los pedidos militares siguen creciendo, los inversores no pueden ignorar los problemas en el sector civil. Este activo requiere más observación.
Estrategia en acciones militares en el mercado de Taiwán
Taiwán, en una zona de alta tensión geopolítica, ha aumentado su presupuesto de defensa en los últimos dos años, al igual que China.
Tian-Ho Technology(8033.TW)
Antes fabricante de juguetes con modelos a control remoto, se transformó en una empresa de armamento tras la explosión del mercado de drones. En 2022, su precio subió mucho, y con el aumento en las compras militares, merece atención continua. Lo clave es si sus pedidos militares seguirán creciendo.
Hannxiang(2634.TW)
Modelo de negocio muy particular: su sector civil se centra en mantenimiento y venta de piezas, y en militar, en entrenadores. Esta diversificación evita los riesgos de empresas como Raytheon o Boeing, que dependen de un solo producto. Sus pedidos también aumentan con el crecimiento del mercado de drones y la reapertura de fronteras.
En comparación con sus competidores, que enfrentan dificultades por problemas con una sola marca o modelo, Hannxiang tiene una protección natural gracias a su negocio diversificado de mantenimiento y reparación: cuando la industria va bien, gana más; el riesgo está más equilibrado, y su precio es relativamente estable.
Tres verdades sobre la inversión en acciones de armamento
Warren Buffett dijo una vez que los mejores negocios tienen tres cosas: suficiente liquidez (flujo de caja), un largo recorrido (espacio de mercado) y una profunda barrera de entrada (ventaja competitiva). Las acciones de armamento cumplen con todo esto:
Demanda infinita
Los conflictos humanos no han cesado en la historia, y la demanda militar trasciende las eras. Este sector no solo tiene un recorrido largo, sino que parece infinito. A diferencia de otros sectores que pueden ser revolucionados por avances tecnológicos, la necesidad militar en sí misma es una constante.
Barreras tecnológicas invencibles
Las tecnologías más avanzadas están en el ámbito militar — las tecnologías civiles siempre son versiones obsoletas de las militares. La entrada es extremadamente difícil, los clientes solo son gobiernos, y la confianza se construye en años. Patentes nacionales, acuerdos exclusivos de suministro, mantienen a las empresas líderes en su posición, y las nuevas empresas casi no tienen oportunidad.
Beneficios geopolíticos en aumento
El mundo entra en una era de política regional, con una competencia entre grandes potencias que aumenta la probabilidad de guerra. La estrategia de retorno de la manufactura a EE. UU. iniciada en la era Trump no se ha revertido, sino que ha hecho que los países sean más cautelosos con su defensa. El gasto en defensa se ha convertido en una tendencia de crecimiento constante, y probablemente continuará así por mucho tiempo.
La única razón para que las acciones militares caigan mucho sería una ‘desmilitarización’, pero en la situación internacional actual, esa probabilidad es casi nula.
Riesgos de invertir en acciones de armamento
Pero aquí hay que romper la ilusión: lo más peligroso al elegir acciones militares es caer en trampas. Hay dos principales:
Primero, baja proporción de negocio militar. Como Caterpillar, donde los ingresos militares son menos del 30%, y la mayor parte de su negocio depende del ciclo económico global, totalmente diferente a las acciones puramente militares.
Segundo, el peso del sector civil. La lección de Boeing y Raytheon ya fue dura: aunque los pedidos militares sean estables, no pueden detener la recesión civil ni las demandas judiciales. Al escoger, hay que entender bien la estructura de ingresos militares y civiles, sin centrarse solo en la parte militar y olvidar la global.
En definitiva, el riesgo de quiebra en las acciones militares es muy bajo. Los principales clientes son los gobiernos, con relaciones estrechas y alta confianza, y los países no permitirán que empresas militares importantes quiebren. Esto da una protección adicional para los inversores a largo plazo.
Resumen
Las acciones de armamento son una dirección de inversión que merece atención en el futuro. La demanda del mercado crece de forma estable, y la barrera de entrada es profunda. Pero antes de invertir, hay que hacer deberes:
Primero, verificar qué porcentaje de ingresos proviene del sector militar; segundo, si el negocio civil es estable o presenta riesgos; y tercero, analizar la situación financiera de la empresa, las tendencias geopolíticas globales y las tendencias del sector. Solo evaluando estos factores de manera integral, se podrá aprovechar realmente las oportunidades en acciones de armamento y no caer en trampas.