## La difícil situación del dólar australiano en diez años: ¿Por qué las subidas de tasas no resuelven el panorama débil?



El dólar australiano, como la quinta moneda de comercio global (solo por detrás del dólar estadounidense, euro, yen y libra esterlina), tiene en el par AUDUSD uno de los más activos en los mercados internacionales. Su liquidez abundante y spreads bajos lo convierten en un activo popular para operaciones a corto plazo y asignaciones a medio y largo plazo.

Tradicionalmente, el dólar australiano se ha considerado una moneda de alto rendimiento debido a sus tasas de interés relativamente elevadas, siendo común en operaciones de carry trade y movimientos de capital especulativo. Sin embargo, al analizar en un marco temporal más amplio, el rendimiento del dólar australiano en los últimos diez años ha sido bastante pobre, con rebotes en ciertos ciclos, pero en su mayoría ha estado en consolidación o depreciándose.

## La milagrosa recuperación de 2020 y su posterior declive

Durante la pandemia de 2020, las medidas de control de la pandemia en Australia, la demanda sostenida de minerales como el hierro en Asia y las políticas del Banco de la Reserva de Australia (RBA) impulsaron una apreciación del dólar en torno al 38% frente al dólar estadounidense en un año. Este aumento fue un punto destacado en años recientes.

No obstante, la buena racha no duró mucho. En los meses siguientes, el dólar australiano se mantuvo en consolidación o bajo presión. Hacia la segunda mitad de 2025, a pesar de que los precios del mineral de hierro y del oro subieron considerablemente, y la Reserva Federal de EE. UU. redujo tasas para impulsar activos de riesgo, el AUD/USD llegó a situarse en 0.6636, con una apreciación acumulada en el año de aproximadamente 5-7%. Pero, en una escala más a largo plazo, la tendencia débil del dólar australiano sigue siendo difícil de revertir.

## La falla del ciclo de commodities y la crisis del dólar fuerte

Analizando la tendencia de los últimos diez años desde principios de 2013, el dólar australiano ha perdido más del 35% frente al dólar estadounidense (de 1.05 a los niveles actuales), mientras que el índice del dólar (DXY) ha subido un 28.35%. En comparación, monedas principales como el euro, yen y dólar canadiense también se han depreciado frente al dólar, reflejando un ciclo global de dólar fuerte. Tanto en análisis técnico como en señales fundamentales, el AUD se encuentra en una posición desfavorable, lo que explica por qué, incluso en momentos de rebote, le resulta difícil mantenerse en niveles altos.

Cada vez que el AUD se acerca a sus máximos previos, surgen ventas en el mercado, evidenciando que la confianza de los inversores sigue siendo limitada. Se identifican tres principales fuentes de presión:

**Primero, el impacto de las políticas arancelarias de EE. UU. en el comercio global** — La exportación de materias primas (metales, energía) se ve presionada, debilitando la posición del dólar australiano como moneda de commodities.

**Segundo, la dificultad para revertir la diferencia de tasas** — La brecha de rendimiento entre Australia y EE. UU. no mejora de forma sustancial, reduciendo la atracción del carry trade en AUD.

**Tercero, la insuficiente resiliencia de la economía local** — El crecimiento económico en Australia es débil, lo que reduce la atracción de activos en el país.

El resultado es un dólar australiano que presenta características de "rebote sin tendencia", dominado por factores externos en lugar de por fundamentos internos.

## Los tres pilares que determinan la tendencia a largo plazo del dólar australiano

Para evaluar si el AUD tiene condiciones para un crecimiento sostenido, hay que considerar estos tres factores clave:

**Primero, la política de tasas de interés del Banco de la Reserva de Australia (RBA)**

El AUD ha sido considerado una moneda de alto rendimiento, y su atractivo depende en gran medida de la estructura de diferencial de tasas. Actualmente, la tasa de efectivo del RBA es aproximadamente 3.60%, y el mercado espera que en 2026 pueda volver a subir, con una proyección de la tasa máxima en torno a 3.85%. Si la inflación persiste y el mercado laboral mantiene su fortaleza, una postura hawkish del RBA ayudará a restablecer la ventaja en diferencial de tasas; en caso contrario, las expectativas de subida de tasas se reducirán, debilitando el soporte del dólar.

**Segundo, la evolución de la economía china y los precios de los commodities**

La estructura de exportación de Australia depende en gran medida del hierro, carbón y energía, siendo el AUD esencialmente una moneda de commodities, y la demanda china es la variable más importante. Cuando la infraestructura y la manufactura en China se recuperan, los precios del mineral de hierro suelen subir, y el tipo de cambio del AUD reacciona rápidamente; en cambio, si la recuperación china es débil, incluso con rebotes en los precios de los commodities, el dólar australiano tiende a retroceder desde niveles altos.

**Tercero, la tendencia del dólar y el sentimiento de refugio global**

La política de la Reserva Federal sigue controlando la dirección del mercado de divisas global. En un entorno de bajada de tasas, un dólar débil suele beneficiar a las monedas de riesgo, y el AUD se beneficia en mayor medida; pero si aumenta el apetito por refugio y el capital vuelve a EE. UU., el AUD puede verse presionado incluso sin deterioro de sus fundamentos. Aunque el sentimiento del mercado ha mejorado recientemente, los precios de la energía y la demanda global aún no son optimistas, y los inversores prefieren activos refugio en lugar de monedas cíclicas como el AUD, limitando su potencial alcista.

**Para que el AUD salga de una tendencia alcista a medio y largo plazo, deben cumplirse simultáneamente tres condiciones**: que el RBA vuelva a una postura hawkish, que la demanda china mejore sustancialmente y que el dólar estadounidense entre en una fase de debilitamiento estructural. Si solo se cumple una de estas condiciones, el AUD probablemente se mantendrá en un rango de fluctuación, en lugar de una tendencia alcista unidireccional.

## Perspectivas del dólar australiano en 2026 y más allá

El futuro del AUD depende de si la "**recuperación puede convertirse en tendencia**". La opinión general es que: aunque el AUD tiene espacio para una recuperación a corto plazo, para volver a una tendencia alcista fuerte, se requieren condiciones macroeconómicas más claras.

Las principales instituciones muestran opiniones divididas. Morgan Stanley estima que el AUD/USD podría llegar a 0.72 a fin de año, apoyándose en una política hawkish del RBA y en el fortalecimiento de los precios de los commodities. El modelo estadístico de Traders Union indica un promedio de aproximadamente 0.6875 para finales de 2026 (rango de 0.6738 a 0.7012), y un aumento a 0.725 para finales de 2027, resaltando la recuperación del mercado laboral y la demanda de commodities en Australia.

UBS, en cambio, mantiene una postura más conservadora, señalando que, aunque la economía australiana es resistente, la incertidumbre en el comercio global y posibles cambios en la política de la Fed podrían limitar las subidas del AUD, estimando que el tipo de cambio se mantendrá cerca de 0.68 a fin de año.

El equipo de economistas del Banco de la Reserva de Australia ha expresado una visión más cautelosa, sugiriendo que la recuperación del AUD podría ser solo temporal, y que el par podría alcanzar su máximo en marzo de 2026, para luego volver a caer hacia fin de año. Algunos analistas de Wall Street advierten que, si EE. UU. evita una recesión pero el dólar se mantiene muy fuerte, el AUD tendrá dificultades para superar los 0.67.

Desde una perspectiva personal, es probable que en la primera mitad de 2026 el AUD oscile entre 0.68 y 0.70, influenciado por los datos chinos y la volatilidad en el empleo no agrícola de EE. UU. El AUD no caerá drásticamente, dado que los fundamentos australianos son sólidos y el RBA mantiene una postura relativamente hawkish, pero tampoco llegará a 1.0 (dependencia de ventajas estructurales del dólar). La presión a corto plazo proviene principalmente de los datos chinos, mientras que las perspectivas a largo plazo son la recuperación de las exportaciones de recursos y el ciclo de commodities.

## Resumen de la tendencia del dólar australiano

El carácter del AUD como moneda de commodities, especialmente en relación con el cobre, mineral de hierro y carbón, sigue siendo evidente, manteniendo una alta correlación con los precios de estas materias primas.

A corto plazo, el tono hawkish del RBA y la fortaleza de los commodities ofrecerán soporte, pero a medio y largo plazo, la incertidumbre global y la posible recuperación del dólar limitarán el potencial alcista del AUD, llevando su movimiento a una fase de consolidación.

Aunque la volatilidad en el mercado de divisas es rápida y predecir con precisión los movimientos es difícil, el AUD, por su alta liquidez, patrones de volatilidad y estructura económica, tiene una tendencia a medio y largo plazo relativamente más predecible. Los inversores que deseen participar en la tendencia del dólar australiano deben monitorear principalmente las decisiones del RBA, los datos económicos de China y las políticas de la Reserva Federal, ya que la interacción de estos factores determinará el desempeño final del AUD en 2026.
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