El indicador más común que los inversores encuentran al leer los informes financieros es el EPS, pero muchas personas en realidad no comprenden verdaderamente el significado detrás de esta cifra. En términos simples, las ganancias por acción (EPS) reflejan cuánto beneficio puede generar cada acción ordinaria de la empresa, siendo uno de los indicadores financieros más directos para evaluar la rentabilidad de una empresa.
¿Entonces, cómo se calcula el EPS? ¿Por qué existen el EPS básico y el EPS diluido? ¿Se puede elegir buenas acciones solo basándose en el EPS? Este artículo te lo desglosará desde un enfoque práctico.
El verdadero significado del EPS: la ventana clave para medir el valor de la empresa
La denominación completa en inglés de EPS es Earnings per share, que se puede entender literalmente como—esta cifra distribuye las ganancias totales de la empresa a cada acción. Si una empresa tiene un EPS más alto, significa que por cada acción que el inversor posee, recibe una mayor parte de las ganancias de la compañía.
Para los inversores, el EPS es una referencia importante para juzgar si “vale la pena comprar esta acción”. Cuando tienes delante dos competidores, el EPS te ayuda a comparar rápidamente cuál tiene una mayor eficiencia en beneficios. Por ejemplo, desde 2019 hasta 2024, las EPS de Apple (AAPL.US) muestran una tendencia claramente ascendente, reflejando una capacidad de rentabilidad en constante mejora.
¿Cómo se calcula el EPS? Tres números clave en los informes financieros
La fórmula del EPS parece sencilla:
Ganancias por acción = (Beneficio neto - Dividendos preferentes) ÷ Número de acciones ordinarias en circulación
Pero el verdadero reto está en saber dónde encontrar estos tres números:
Beneficio neto: Es la ganancia final después de restar todos los costos y gastos, generalmente en la última línea del estado de resultados.
Dividendos preferentes: Son los dividendos fijos que reciben los accionistas preferentes, también indicados en el informe de resultados.
Número de acciones en circulación: Es el total de acciones ordinarias emitidas y aún en circulación, que se puede encontrar en la sección de patrimonio del balance.
Tomemos como ejemplo el informe financiero de Bank of America (BAC.US) de 2022:
Beneficio neto: 27,528 millones de dólares
Dividendos preferentes: 1,513 millones de dólares
Promedio ponderado de acciones en circulación: 8,113.7 millones de acciones
Sustituyendo en la fórmula: EPS = (27,528 - 1,513) ÷ 8,113.7 = $3.21
En realidad, los sistemas modernos de informes financieros están muy perfeccionados y las empresas suelen mostrar directamente el EPS calculado en los informes, por lo que los inversores no necesitan hacerlo manualmente. Pero entender cómo se calcula el EPS ayuda a profundizar en el significado de este indicador.
Cómo encontrar rápidamente el último EPS en los informes financieros
Opción 1: Consultar directamente los informes oficiales (más preciso)
Por ejemplo, en Apple: ingresar en la página oficial de la Comisión de Valores de EE. UU. (sec.gov), buscar “10-K” (informe anual) o “10-Q” (informe trimestral), abrir el archivo correspondiente y localizar la sección “Consolidated Statements of Operations” donde aparece “Earnings per share”.
Opción 2: Usar sitios web de información financiera (más conveniente pero puede tener retrasos)
Sitios como SeekingAlpha, Yahoo Finance ofrecen consultas gratuitas de EPS, pero es importante verificar qué tipo de EPS ofrecen (básico, diluido, de previsión, etc.) y seleccionar la versión que necesitas.
EPS básico vs EPS diluido: entender riesgos y oportunidades
En los informes financieros, verás dos tipos de EPS:
EPS diluido = (Beneficio neto - Dividendos preferentes) ÷ (Acciones en circulación actuales + Opciones y otros instrumentos convertibles)
La diferencia radica en el denominador. El EPS diluido supone que todas las opciones, bonos convertibles, acciones restringidas, etc., se convierten en acciones ordinarias, lo que aumenta el denominador y reduce el EPS.
Por ejemplo, Coca-Cola (KO.US) tiene en sus instrumentos convertibles 22 millones de acciones. Si todos estos instrumentos se convierten, el EPS se “diluye”.
¿Por qué los inversores deben considerar ambos? El EPS básico refleja la rentabilidad real actual, mientras que el diluido advierte sobre el posible riesgo de dilución futura. Si la diferencia es grande, indica que la empresa ha emitido muchas opciones o instrumentos convertibles, lo que podría afectar los beneficios futuros.
La relación real entre el EPS y el precio de la acción: no te dejes engañar por apariencias
Intuitivamente, cuanto mayor sea el EPS, más alto será el precio de la acción, pero la realidad es más compleja.
Un EPS fuerte aumenta la confianza de los inversores y puede elevar el precio, atrayendo más compras, formando un ciclo positivo. Sin embargo, las expectativas del mercado son en realidad la verdadera variable que determina el precio.
Por ejemplo, una compañía que reporta un crecimiento del EPS del 10% interanual, pero el mercado esperaba un 20% de crecimiento, verá caer su precio de acción. Por otro lado, si el EPS disminuye pero en línea o mejor que las expectativas, el precio puede subir. Esto explica por qué a veces “números buenos” llevan a una caída en el precio.
La relación complementaria entre EPS y DPS
El dividendo por acción (DPS) mide cuánto dinero de las ganancias la empresa distribuye a los accionistas, mientras que el EPS muestra cuánto beneficio general obtiene la compañía.
Estos dos indicadores reflejan la salud de la empresa desde diferentes ángulos:
EPS alto indica buena rentabilidad
DPS alto indica disposición a compartir beneficios con los accionistas
Pero hay un trade-off oculto: un alto dividendo reduce las ganancias reinvertidas. Si una empresa distribuye la mayor parte de sus beneficios en dividendos, tendrá menos fondos para expandirse, invertir en innovación o investigación, lo que podría ralentizar el crecimiento del EPS a largo plazo. Por eso, muchas empresas tecnológicas prefieren bajos dividendos y reinvirtieron en su desarrollo.
Cómo usar el EPS para seleccionar acciones: la postura correcta
Muchos inversores cometen el error de dejarse llevar solo por el número de EPS.
Veamos un ejemplo real: las empresas del sector semiconductores como NVIDIA (NVDA.US), Qualcomm (QCOM.US) y AMD (AMD.US) entre 2018-2023. Después de 2020, Qualcomm tenía un EPS muy superior a las otras, por lo que, si solo miras el EPS, parecería la mejor opción. Pero en ese período, la rentabilidad del precio de NVIDIA fue del 251%, mientras que Qualcomm solo fue del 69%.
La lección es clara: el EPS es solo una referencia, no la totalidad.
Al elegir acciones, debes considerar también:
1. La tendencia a largo plazo del EPS
Que el EPS crezca año tras año indica una mejora real en la rentabilidad. Si fluctúa mucho o cae, el riesgo es mayor.
2. La comparación con sus pares, no solo los números absolutos
Usa el ratio P/E = Precio de la acción ÷ EPS para comparar con otras en el mismo sector. Si tu acción tiene un P/E de 30, y el promedio del sector es 10, puede estar sobrevalorada.
3. La causa real del crecimiento del EPS
Un aumento en EPS puede deberse a:
Crecimiento real del negocio (lo ideal)
Compra masiva de acciones propias reduciendo las acciones en circulación (mejoras en beneficios por acción)
Ingresos extraordinarios y no sostenibles
Por ejemplo, una cadena de restaurantes que vende un inmueble y obtiene ganancias extraordinarias en su EPS no repetibles, no refleja un crecimiento sostenible. Inversionistas astutos ajustarán los datos y eliminarán estos efectos puntuales, centrándose en las ganancias operativas recurrentes.
Marco práctico para seleccionar acciones: usar el EPS correctamente
Paso 1: Filtrar empresas con crecimiento sostenido del EPS
Buscar aquellas que tengan un aumento constante en su EPS, indicando fortaleza competitiva real.
Paso 2: Calcular el ratio P/E y compararlo con sus pares
Una acción con P/E bajo puede ser una buena opción, siempre que no sea por malas noticias.
Paso 3: Analizar la calidad del crecimiento del EPS
Profundizar en los informes para verificar si el aumento proviene de:
operaciones principales (bueno)
ingresos extraordinarios o no recurrentes (malo)
cambios en la estructura de capital (como recompra de acciones)
Paso 4: Combinar con otros indicadores
Flujo de caja: un EPS alto con flujo de caja pobre puede ser engañoso
Nivel de endeudamiento: beneficios altos pero con mucha deuda, riesgo elevado
Perspectiva del sector: ¿está en crecimiento o en declive?
Posición competitiva: líder del mercado o rezagado
¿Por qué el EPS no es un indicador infalible?
Cualquier indicador financiero, incluido el EPS, tiene limitaciones:
Manipulación: mediante recompras de acciones, ajustes contables, ingresos no recurrentes, etc.
Calidad del beneficio: no distingue entre ganancias sostenibles y ganancias puntuales.
Crecimiento no garantizado: un EPS alto este año no asegura que siga así en el futuro.
No refleja la liquidez: una empresa puede tener altos beneficios pero problemas de efectivo (ejemplo: acumulación de cuentas por cobrar).
Por ello, el EPS debe ser una carta de entrada, un primer filtro, y no la decisión final. Tras verificar una tendencia positiva, hay que profundizar en el análisis de la estrategia, ventajas competitivas, gestión, y perspectivas del negocio.
Preguntas frecuentes
Q: ¿Cuánto debe ser un buen EPS?
A: No hay un estándar absoluto. Lo importante es la tendencia a largo plazo y compararlo con sus pares. Por ejemplo, un EPS que crece de $1 a $5 en cinco años es mejor que uno que se mantiene en $3. Además, diferentes sectores tienen diferentes niveles de EPS.
Q: ¿Se puede usar el EPS para predecir el precio de la acción?
A: Es una referencia. Analistas de Wall Street proyectan futuros EPS basándose en expectativas, y el mercado reacciona a esas previsiones. Pero las expectativas también cambian, por lo que solo es una guía.
Q: ¿Cuál es mejor, el EPS básico o el diluido?
A: Ambos son importantes. El básico refleja la rentabilidad actual, mientras que el diluido muestra potencial de dilución futura. Si la diferencia es grande, debe analizarse con cuidado.
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Aprende cómo calcular el EPS en 3 minutos y domina la lógica central para seleccionar acciones con informes financieros
El indicador más común que los inversores encuentran al leer los informes financieros es el EPS, pero muchas personas en realidad no comprenden verdaderamente el significado detrás de esta cifra. En términos simples, las ganancias por acción (EPS) reflejan cuánto beneficio puede generar cada acción ordinaria de la empresa, siendo uno de los indicadores financieros más directos para evaluar la rentabilidad de una empresa.
¿Entonces, cómo se calcula el EPS? ¿Por qué existen el EPS básico y el EPS diluido? ¿Se puede elegir buenas acciones solo basándose en el EPS? Este artículo te lo desglosará desde un enfoque práctico.
El verdadero significado del EPS: la ventana clave para medir el valor de la empresa
La denominación completa en inglés de EPS es Earnings per share, que se puede entender literalmente como—esta cifra distribuye las ganancias totales de la empresa a cada acción. Si una empresa tiene un EPS más alto, significa que por cada acción que el inversor posee, recibe una mayor parte de las ganancias de la compañía.
Para los inversores, el EPS es una referencia importante para juzgar si “vale la pena comprar esta acción”. Cuando tienes delante dos competidores, el EPS te ayuda a comparar rápidamente cuál tiene una mayor eficiencia en beneficios. Por ejemplo, desde 2019 hasta 2024, las EPS de Apple (AAPL.US) muestran una tendencia claramente ascendente, reflejando una capacidad de rentabilidad en constante mejora.
¿Cómo se calcula el EPS? Tres números clave en los informes financieros
La fórmula del EPS parece sencilla:
Ganancias por acción = (Beneficio neto - Dividendos preferentes) ÷ Número de acciones ordinarias en circulación
Pero el verdadero reto está en saber dónde encontrar estos tres números:
Beneficio neto: Es la ganancia final después de restar todos los costos y gastos, generalmente en la última línea del estado de resultados.
Dividendos preferentes: Son los dividendos fijos que reciben los accionistas preferentes, también indicados en el informe de resultados.
Número de acciones en circulación: Es el total de acciones ordinarias emitidas y aún en circulación, que se puede encontrar en la sección de patrimonio del balance.
Tomemos como ejemplo el informe financiero de Bank of America (BAC.US) de 2022:
Sustituyendo en la fórmula: EPS = (27,528 - 1,513) ÷ 8,113.7 = $3.21
En realidad, los sistemas modernos de informes financieros están muy perfeccionados y las empresas suelen mostrar directamente el EPS calculado en los informes, por lo que los inversores no necesitan hacerlo manualmente. Pero entender cómo se calcula el EPS ayuda a profundizar en el significado de este indicador.
Cómo encontrar rápidamente el último EPS en los informes financieros
Opción 1: Consultar directamente los informes oficiales (más preciso)
Por ejemplo, en Apple: ingresar en la página oficial de la Comisión de Valores de EE. UU. (sec.gov), buscar “10-K” (informe anual) o “10-Q” (informe trimestral), abrir el archivo correspondiente y localizar la sección “Consolidated Statements of Operations” donde aparece “Earnings per share”.
Opción 2: Usar sitios web de información financiera (más conveniente pero puede tener retrasos)
Sitios como SeekingAlpha, Yahoo Finance ofrecen consultas gratuitas de EPS, pero es importante verificar qué tipo de EPS ofrecen (básico, diluido, de previsión, etc.) y seleccionar la versión que necesitas.
EPS básico vs EPS diluido: entender riesgos y oportunidades
En los informes financieros, verás dos tipos de EPS:
EPS básico = (Beneficio neto - Dividendos preferentes) ÷ Acciones en circulación actuales
EPS diluido = (Beneficio neto - Dividendos preferentes) ÷ (Acciones en circulación actuales + Opciones y otros instrumentos convertibles)
La diferencia radica en el denominador. El EPS diluido supone que todas las opciones, bonos convertibles, acciones restringidas, etc., se convierten en acciones ordinarias, lo que aumenta el denominador y reduce el EPS.
Por ejemplo, Coca-Cola (KO.US) tiene en sus instrumentos convertibles 22 millones de acciones. Si todos estos instrumentos se convierten, el EPS se “diluye”.
¿Por qué los inversores deben considerar ambos? El EPS básico refleja la rentabilidad real actual, mientras que el diluido advierte sobre el posible riesgo de dilución futura. Si la diferencia es grande, indica que la empresa ha emitido muchas opciones o instrumentos convertibles, lo que podría afectar los beneficios futuros.
La relación real entre el EPS y el precio de la acción: no te dejes engañar por apariencias
Intuitivamente, cuanto mayor sea el EPS, más alto será el precio de la acción, pero la realidad es más compleja.
Un EPS fuerte aumenta la confianza de los inversores y puede elevar el precio, atrayendo más compras, formando un ciclo positivo. Sin embargo, las expectativas del mercado son en realidad la verdadera variable que determina el precio.
Por ejemplo, una compañía que reporta un crecimiento del EPS del 10% interanual, pero el mercado esperaba un 20% de crecimiento, verá caer su precio de acción. Por otro lado, si el EPS disminuye pero en línea o mejor que las expectativas, el precio puede subir. Esto explica por qué a veces “números buenos” llevan a una caída en el precio.
La relación complementaria entre EPS y DPS
El dividendo por acción (DPS) mide cuánto dinero de las ganancias la empresa distribuye a los accionistas, mientras que el EPS muestra cuánto beneficio general obtiene la compañía.
Estos dos indicadores reflejan la salud de la empresa desde diferentes ángulos:
Pero hay un trade-off oculto: un alto dividendo reduce las ganancias reinvertidas. Si una empresa distribuye la mayor parte de sus beneficios en dividendos, tendrá menos fondos para expandirse, invertir en innovación o investigación, lo que podría ralentizar el crecimiento del EPS a largo plazo. Por eso, muchas empresas tecnológicas prefieren bajos dividendos y reinvirtieron en su desarrollo.
Cómo usar el EPS para seleccionar acciones: la postura correcta
Muchos inversores cometen el error de dejarse llevar solo por el número de EPS.
Veamos un ejemplo real: las empresas del sector semiconductores como NVIDIA (NVDA.US), Qualcomm (QCOM.US) y AMD (AMD.US) entre 2018-2023. Después de 2020, Qualcomm tenía un EPS muy superior a las otras, por lo que, si solo miras el EPS, parecería la mejor opción. Pero en ese período, la rentabilidad del precio de NVIDIA fue del 251%, mientras que Qualcomm solo fue del 69%.
La lección es clara: el EPS es solo una referencia, no la totalidad.
Al elegir acciones, debes considerar también:
1. La tendencia a largo plazo del EPS
Que el EPS crezca año tras año indica una mejora real en la rentabilidad. Si fluctúa mucho o cae, el riesgo es mayor.
2. La comparación con sus pares, no solo los números absolutos
Usa el ratio P/E = Precio de la acción ÷ EPS para comparar con otras en el mismo sector. Si tu acción tiene un P/E de 30, y el promedio del sector es 10, puede estar sobrevalorada.
3. La causa real del crecimiento del EPS
Un aumento en EPS puede deberse a:
Por ejemplo, una cadena de restaurantes que vende un inmueble y obtiene ganancias extraordinarias en su EPS no repetibles, no refleja un crecimiento sostenible. Inversionistas astutos ajustarán los datos y eliminarán estos efectos puntuales, centrándose en las ganancias operativas recurrentes.
Marco práctico para seleccionar acciones: usar el EPS correctamente
Paso 1: Filtrar empresas con crecimiento sostenido del EPS
Buscar aquellas que tengan un aumento constante en su EPS, indicando fortaleza competitiva real.
Paso 2: Calcular el ratio P/E y compararlo con sus pares
Una acción con P/E bajo puede ser una buena opción, siempre que no sea por malas noticias.
Paso 3: Analizar la calidad del crecimiento del EPS
Profundizar en los informes para verificar si el aumento proviene de:
Paso 4: Combinar con otros indicadores
¿Por qué el EPS no es un indicador infalible?
Cualquier indicador financiero, incluido el EPS, tiene limitaciones:
Por ello, el EPS debe ser una carta de entrada, un primer filtro, y no la decisión final. Tras verificar una tendencia positiva, hay que profundizar en el análisis de la estrategia, ventajas competitivas, gestión, y perspectivas del negocio.
Preguntas frecuentes
Q: ¿Cuánto debe ser un buen EPS?
A: No hay un estándar absoluto. Lo importante es la tendencia a largo plazo y compararlo con sus pares. Por ejemplo, un EPS que crece de $1 a $5 en cinco años es mejor que uno que se mantiene en $3. Además, diferentes sectores tienen diferentes niveles de EPS.
Q: ¿Se puede usar el EPS para predecir el precio de la acción?
A: Es una referencia. Analistas de Wall Street proyectan futuros EPS basándose en expectativas, y el mercado reacciona a esas previsiones. Pero las expectativas también cambian, por lo que solo es una guía.
Q: ¿Cuál es mejor, el EPS básico o el diluido?
A: Ambos son importantes. El básico refleja la rentabilidad actual, mientras que el diluido muestra potencial de dilución futura. Si la diferencia es grande, debe analizarse con cuidado.