¿Cómo actuar cuando las acciones estadounidenses caen más? Los inversores necesitan entender estas lógicas fundamentales

En los mercados financieros globales, el comportamiento de las acciones estadounidenses ha sido siempre un indicador de tendencia. Ya sea una desaceleración del crecimiento económico o cambios en la situación geopolítica, estos aspectos se reflejan rápidamente en el rendimiento del mercado de valores estadounidense. Sin embargo, muchos inversores, al enfrentarse a una caída significativa de las acciones, se encuentran en la disyuntiva de vender en pánico o aprovechar las caídas para posicionarse. Para tomar decisiones racionales, primero hay que entender cuáles son las verdaderas fuerzas que impulsan la caída del mercado de valores estadounidense.

Las fuerzas que impulsan la caída del mercado de valores estadounidense

El comportamiento del mercado de valores no fluctúa de forma aleatoria; cada caída significativa tiene una lógica subyacente. Comprender estos factores impulsores es el primer paso para que los inversores puedan evitar riesgos.

Los datos económicos son los factores de impacto más directos. La desaceleración en el crecimiento del PIB, la reducción en la población empleada, la caída en la confianza del consumidor, cuando estos indicadores empeoran, las expectativas de beneficios de las empresas se revisan a la baja, y el mercado accionario se ve presionado. Especialmente cuando el índice de gestores de compras del sector manufacturero cae por debajo de 50 o cuando el índice de precios al consumidor se mantiene en niveles elevados, los participantes del mercado suelen anticiparse y ajustar sus posiciones para evitar riesgos.

Las políticas de la Reserva Federal también son clave. En ciclos de aumento de tasas, los costos de financiamiento empresarial suben y la demanda en el lado del consumo se debilita, lo que reduce directamente las valoraciones de las acciones. Por otro lado, una reducción de tasas puede liberar liquidez. En septiembre de 2024, la Reserva Federal anunció una bajada de 50 puntos básicos, y estas señales de política afectan inmediatamente la percepción de los inversores sobre la tendencia futura del mercado.

El riesgo geopolítico y el estado de ánimo del mercado tampoco deben subestimarse. La tensión internacional, los cambios en las políticas comerciales y el pánico entre los inversores pueden provocar caídas rápidas en las acciones. El aumento del índice de miedo VIX suele indicar que se espera mayor volatilidad, por lo que en estos momentos la asignación prudente de fondos resulta especialmente importante.

¿Qué nos dicen la historia?

Dos eventos representativos de caídas importantes en el mercado de valores estadounidense ilustran claramente la vulnerabilidad del mercado.

Durante la crisis financiera de 2008, el colapso del mercado de hipotecas subprime en EE. UU. desencadenó una reacción en cadena. Desde finales de 2007 hasta finales de 2008, el índice Dow Jones cayó más del 33%, y el Nasdaq más del 40%. La morosidad en los préstamos bancarios y financieros llevó a una contracción global del crédito, sumiendo a toda la economía en recesión.

En 2020, cuando estalló la pandemia de COVID-19, las acciones también sufrieron fuertes pérdidas. Entre el 19 de febrero y el 23 de marzo, en un mes, el Dow Jones cayó de 29,551 puntos a 18,591, una caída del 37%. La actividad económica global prácticamente se detuvo y la demanda de consumo se desplomó.

Estas dos situaciones revelan una verdad: ya sea por riesgos internos del sistema financiero o por shocks externos, cualquier evento puede desencadenar una caída en las acciones. Pero la verdadera prueba para los inversores radica en las decisiones que toman después.

Decisiones clave en medio de la caída: vender o comprar

Frente a una caída en las acciones, los inversores suelen verse obligados a elegir entre dos extremos.

La tentación de vender proviene del instinto. Cuando las pérdidas en la cuenta se amplían, muchos optan por cortar pérdidas para evitar mayores daños. Pero los datos históricos muestran que, tras una gran caída, el mercado suele rebotar. Si se sale precipitadamente en ese momento, se puede perder la oportunidad de beneficiarse del repunte posterior, lo que a la larga puede ampliar las pérdidas reales.

También existen oportunidades en las caídas. La bajada de los precios significa que algunas empresas de calidad están siendo valoradas por debajo de su valor real. Para inversores con suficiente capacidad analítica y pensamiento independiente, las caídas ofrecen puntos de entrada excelentes. Sin embargo, esto requiere tener suficiente capital y fortaleza mental para soportar la volatilidad.

La estrategia correcta depende del ciclo de inversión y la tolerancia al riesgo de cada uno. Los inversores a largo plazo pueden aumentar posiciones en acciones con buenos fundamentos que hayan sido sobrevendidas; los traders a corto plazo deben ajustar sus estrategias con mayor agilidad; y los inversores con menor tolerancia al riesgo deberían considerar mantenerse en modo observación o con posiciones ligeras.

Gestionar riesgos con herramientas de cobertura

Cuando el mercado cae pero no quieres salir completamente, las herramientas de cobertura son fundamentales.

Los contratos por diferencia (CFD), debido a su alto apalancamiento y bajos requisitos de entrada, son una opción preferida para muchos inversores. Cuando el índice de acciones cae, los inversores pueden abrir posiciones cortas en el S&P 500, Nasdaq 100 o Dow Jones para compensar las pérdidas en sus carteras de acciones.

Por ejemplo, si un inversor usa un apalancamiento alto para vender en corto el S&P 500 y el índice cae, las ganancias multiplicadas pueden compensar las pérdidas en las acciones individuales. En comparación con las opciones y futuros, los CFD ofrecen mayor apalancamiento y menor barrera de entrada, siendo especialmente adecuados para inversores con fondos limitados.

Pero el uso del apalancamiento debe hacerse con cautela. Un apalancamiento excesivo puede amplificar los riesgos, por lo que se debe ajustar de forma racional según la capacidad propia, sin perseguir el máximo apalancamiento sin criterio.

Acumular información antes de prever una caída

En lugar de reaccionar pasivamente a las caídas, es mejor detectar proactivamente las señales de riesgo.

Los inversores deben establecer un sistema diario de seguimiento de información, centrado en el calendario económico, datos financieros y movimientos políticos. Es especialmente importante estar atentos a señales que puedan indicar una crisis financiera: exceso de apalancamiento, burbatas de activos, deterioro del riesgo crediticio.

En fases de mercado en niveles altos, se puede considerar reducir posiciones o asignar activos defensivos como bonos, oro o fondos de protección. La diversificación también es efectiva para reducir riesgos específicos, incluyendo diferentes tipos de activos, sectores e incluso regiones.

Mantenerse informado y reaccionar rápidamente ayuda a captar oportunidades. Acceder en tiempo real a las noticias a través de plataformas financieras permite reducir significativamente los riesgos derivados de la información retrasada.

La última recomendación

El máximo nivel en inversión es no dejarse engañar por las fluctuaciones a corto plazo. La subida y bajada del mercado es un mecanismo normal; los inversores deben evaluar sus carteras desde una perspectiva de mayor plazo.

Independientemente del entorno del mercado, los inversores exitosos comparten tres características: objetivos claros a largo plazo, control racional emocional y la capacidad de ajustar estrategias según las circunstancias. A través del aprendizaje continuo y la práctica, acumulando experiencia en la gestión de cambios del mercado, finalmente podrán tomar decisiones que protejan su capital y no pierdan oportunidades en las caídas del mercado de valores estadounidense.