Las expectativas de recorte de la tasa de la Fed desaparecen, enviando al yen a su nivel más bajo en nueve meses en medio de la turbulencia del mercado
El mercado de divisas está experimentando una turbulencia significativa a medida que disminuyen las perspectivas de recorte de tasas de la Reserva Federal en diciembre, desencadenando una serie de efectos en cascada en las clases de activos. El yen japonés ha caído a su nivel más bajo en más de nueve meses, cotizando a 155,29 por dólar durante el comercio asiático del martes, una manifestación clara del resurgir del dólar impulsado por la erosión de las expectativas de flexibilización.
La erosión de las expectativas de recorte de tasas y sus consecuencias en el mercado
Los futuros de fondos federales han experimentado una reevaluación dramática en la última semana. La probabilidad de una reducción de 25 puntos básicos en la reunión de diciembre de la Reserva Federal se ha desplomado hasta solo el 43%, frente al 62% registrado hace siete días. Este cambio refleja una reevaluación fundamental de la dirección de la política monetaria, lo que lleva a los inversores a reconsiderar su posicionamiento en varios mercados.
Los participantes del mercado ahora se preparan para la próxima publicación de datos de empleo en EE. UU. el jueves, que muchos consideran será decisiva para determinar el rumbo de la Fed. Los analistas de ING advirtieron que “si la Fed mantiene las tasas en diciembre, probablemente será una pausa temporal”, enfatizando que los indicadores del mercado laboral serán críticos para entender cuántos ajustes de tasas aún son posibles.
La depreciación del yen enciende alarmas en la política
La debilidad de la moneda japonesa ha provocado respuestas oficiales inmediatas. La ministra de Finanzas, Satsuki Katayama, advirtió públicamente sobre “movimientos unilaterales y rápidos” en los mercados de divisas y sus posibles repercusiones económicas. La urgencia de estas preocupaciones es evidente en la reunión programada entre la primera ministra Sanae Takaichi y el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, subrayando la vigilancia de Japón en su política ante la volatilidad de la moneda.
Un mercado laboral estadounidense lento reconfigura el cálculo de la Fed
El debilitamiento en las condiciones de empleo en EE. UU. se ha convertido en un factor crítico en la toma de decisiones de la Fed. El vicepresidente de la Reserva Federal, Philip Jefferson, describió el mercado laboral como “lento”, señalando que las empresas son cada vez más cautelosas a la hora de ampliar su fuerza laboral. Indicadores emergentes sugieren que se avecinan despidos potenciales, y el impacto estructural de la inteligencia artificial en los patrones de contratación aumenta la incertidumbre.
Esta debilidad del mercado laboral es precisamente lo que está llevando a los funcionarios de la Fed a reevaluar los plazos de los recortes de tasas, pero al mismo tiempo, está moderando la confianza de los inversores en las acciones.
Ramificaciones más amplias en el mercado
La incertidumbre en torno a la política monetaria ha repercutido en los mercados financieros. Los tres principales índices bursátiles de EE. UU. retrocedieron a medida que los inversores buscaban posiciones más seguras. Los rendimientos de los bonos del Tesoro reflejaron señales mixtas: el bono a dos años cayó 0,2 puntos básicos hasta el 3,6039%, mientras que el rendimiento a 10 años subió 0,6 puntos básicos hasta el 4,1366%.
Los mercados de divisas extendieron su debilidad en varios pares. El euro se mantuvo estable en $1.1594, pero la libra esterlina se debilitó un 0,1% hasta $1.3149, marcando su tercera sesión consecutiva de pérdidas. Mientras tanto, el dólar australiano cayó a $0.6493, y el dólar neozelandés se mantuvo relativamente estable en $0.56535.
La dinámica actual del mercado ilustra cómo las expectativas en torno a la política monetaria crean un efecto dominó: a medida que las perspectivas de recorte de tasas desaparecen, el dólar se fortalece, las monedas globales se debilitan y las valoraciones de las acciones se presionan, todo mientras los bancos centrales intentan navegar por el deterioro del mercado laboral y las preocupaciones por la estabilidad de precios.
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Las expectativas de recorte de la tasa de la Fed desaparecen, enviando al yen a su nivel más bajo en nueve meses en medio de la turbulencia del mercado
El mercado de divisas está experimentando una turbulencia significativa a medida que disminuyen las perspectivas de recorte de tasas de la Reserva Federal en diciembre, desencadenando una serie de efectos en cascada en las clases de activos. El yen japonés ha caído a su nivel más bajo en más de nueve meses, cotizando a 155,29 por dólar durante el comercio asiático del martes, una manifestación clara del resurgir del dólar impulsado por la erosión de las expectativas de flexibilización.
La erosión de las expectativas de recorte de tasas y sus consecuencias en el mercado
Los futuros de fondos federales han experimentado una reevaluación dramática en la última semana. La probabilidad de una reducción de 25 puntos básicos en la reunión de diciembre de la Reserva Federal se ha desplomado hasta solo el 43%, frente al 62% registrado hace siete días. Este cambio refleja una reevaluación fundamental de la dirección de la política monetaria, lo que lleva a los inversores a reconsiderar su posicionamiento en varios mercados.
Los participantes del mercado ahora se preparan para la próxima publicación de datos de empleo en EE. UU. el jueves, que muchos consideran será decisiva para determinar el rumbo de la Fed. Los analistas de ING advirtieron que “si la Fed mantiene las tasas en diciembre, probablemente será una pausa temporal”, enfatizando que los indicadores del mercado laboral serán críticos para entender cuántos ajustes de tasas aún son posibles.
La depreciación del yen enciende alarmas en la política
La debilidad de la moneda japonesa ha provocado respuestas oficiales inmediatas. La ministra de Finanzas, Satsuki Katayama, advirtió públicamente sobre “movimientos unilaterales y rápidos” en los mercados de divisas y sus posibles repercusiones económicas. La urgencia de estas preocupaciones es evidente en la reunión programada entre la primera ministra Sanae Takaichi y el gobernador del Banco de Japón, Kazuo Ueda, subrayando la vigilancia de Japón en su política ante la volatilidad de la moneda.
Un mercado laboral estadounidense lento reconfigura el cálculo de la Fed
El debilitamiento en las condiciones de empleo en EE. UU. se ha convertido en un factor crítico en la toma de decisiones de la Fed. El vicepresidente de la Reserva Federal, Philip Jefferson, describió el mercado laboral como “lento”, señalando que las empresas son cada vez más cautelosas a la hora de ampliar su fuerza laboral. Indicadores emergentes sugieren que se avecinan despidos potenciales, y el impacto estructural de la inteligencia artificial en los patrones de contratación aumenta la incertidumbre.
Esta debilidad del mercado laboral es precisamente lo que está llevando a los funcionarios de la Fed a reevaluar los plazos de los recortes de tasas, pero al mismo tiempo, está moderando la confianza de los inversores en las acciones.
Ramificaciones más amplias en el mercado
La incertidumbre en torno a la política monetaria ha repercutido en los mercados financieros. Los tres principales índices bursátiles de EE. UU. retrocedieron a medida que los inversores buscaban posiciones más seguras. Los rendimientos de los bonos del Tesoro reflejaron señales mixtas: el bono a dos años cayó 0,2 puntos básicos hasta el 3,6039%, mientras que el rendimiento a 10 años subió 0,6 puntos básicos hasta el 4,1366%.
Los mercados de divisas extendieron su debilidad en varios pares. El euro se mantuvo estable en $1.1594, pero la libra esterlina se debilitó un 0,1% hasta $1.3149, marcando su tercera sesión consecutiva de pérdidas. Mientras tanto, el dólar australiano cayó a $0.6493, y el dólar neozelandés se mantuvo relativamente estable en $0.56535.
La dinámica actual del mercado ilustra cómo las expectativas en torno a la política monetaria crean un efecto dominó: a medida que las perspectivas de recorte de tasas desaparecen, el dólar se fortalece, las monedas globales se debilitan y las valoraciones de las acciones se presionan, todo mientras los bancos centrales intentan navegar por el deterioro del mercado laboral y las preocupaciones por la estabilidad de precios.