Últimos dos días han ocurrido muchas cosas interesantes.

Aunque las acciones estadounidenses cerraron temprano ayer (acortando el horario de negociación), no dejaron de moverse en ningún momento. El S&P 500 subió un 0.32%, alcanzando un nuevo récord de cierre, el Dow Jones aumentó un 0.6% y también alcanzó un máximo histórico, mientras que el Nasdaq subió de manera estable un 0.22% siguiendo el ritmo. En la temporada navideña, las acciones estadounidenses parecen estar repartiendo regalos por adelantado.

En contraste, el rendimiento del dólar estadounidense fue sombrío. El dólar cayó a su nivel más bajo en tres meses, aunque luego rebotó tímidamente un 0.23%, lo que pareció algo débil. Mientras tanto, el renminbi subió silenciosamente durante tres días consecutivos, acercándose ya a la barrera de 7.0. Los amigos que viajan al extranjero pueden sonreír en secreto.

¿Y el mercado de criptomonedas? Completamente perdió esta fiesta de mercado. Bitcoin se mantiene en torno a los 87000, con un movimiento que recuerda a ti, que en las vacaciones no quieres levantarte de la cama, sin vida. Desde la gran corrección de octubre, ha caído aproximadamente un 30%, y el volumen de negociación también se ha enfriado. Las acciones estadounidenses y el oro están en el centro de atención, compitiendo por el protagonismo, mientras que el entusiasmo por los activos digitales claramente ha disminuido.

Todo el mercado parece sin energía, con menos participantes y una actividad que cae en picado. ¿Todos ya están de vacaciones? Pero esto también nos recuerda un viejo y trillado principio: en los momentos en que la liquidez está más agotada, a menudo es cuando las oportunidades se acercan en silencio.