Mirando hacia atrás desde el punto de 2025, la integración de las criptomonedas con la soberanía nacional ya no es una fantasía. Las stablecoins con respaldo excesivo, representadas por USDD, esencialmente construyen un "marco de banco central impulsado por código". Si un país realmente las adopta como moneda legal, significa renunciar activamente al poder de emitir dinero de forma descontrolada, pero a cambio se reconstruye por completo el sistema de crédito internacional. Piensa en ello, todos los activos en garantía (como BTC, TRX) son verificables en la cadena, y esa transparencia en sí misma es la mejor señal de financiamiento: los inversores pueden ver claramente la situación financiera de inmediato.
Lo más radical es el cambio en la estructura del poder financiero. Las personas ya no poseen billetes que se deprecian cada año, sino activos reales que pueden acceder directamente al ecosistema DeFi global. Ahorrar genera intereses automáticamente, las transferencias son instantáneas y casi sin costo—lo que equivale a dar un salto de un siglo en infraestructura financiera, entrando directamente en la era de la civilización digital.
Pero también hay riesgos evidentes. La gobernanza de este tipo de stablecoins todavía tiene un toque de centralización, entregando la política monetaria al código y a la operación de nodos globales. Cuando una crisis financiera golpee, podría enfrentar reacciones en cadena más complejas que las del sistema financiero tradicional. Además, la presión de contrarrestar desde el sistema financiero internacional tradicional no es poca cosa.
En definitiva, esto es una prueba de alto riesgo. Pero para las economías en la frontera del orden financiero global, puede ser la única oportunidad de revertir la situación. Si las stablecoins realmente evolucionan hasta convertirse en la moneda legal de un país, esa será la prueba definitiva: en la era de la economía digital, ¿la transparencia del código podrá finalmente superar las promesas políticas y convertirse en el respaldo más confiable de un país?
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MeaninglessGwei
· hace10h
¿De verdad? ¿Entregar el poder del banco central a un código? Esto no es más que entregar el destino a la operación de nodos globales, y si algún día la red tiene problemas, ¡la economía podría colapsar directamente!
Hablando de ese marco de colateralización de USDD, realmente es atractivo, pero todos saben que la gobernanza centralizada es un secreto a voces, no se engañen a sí mismos.
Espera, ¿la idea que quiere expresar este artículo en realidad es que los países pobres tienen más oportunidades de subirse al tren? Esa lógica es bastante interesante.
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BearWhisperGod
· hace10h
¿Un banco central impulsado por código? Suena muy romántico, pero los riesgos son igual de aterradores.
Espera, si realmente hay una crisis financiera, ¿de qué sirve la transparencia en la cadena?
Este juego, sin duda, provocará una respuesta del sistema financiero internacional; a los pequeños países no les será tan fácil dar la vuelta.
El modelo de USDD suena bien, pero la lógica de gobernanza centralizada aún no se ha resuelto.
En definitiva, todavía estamos apostando a cómo se desarrollará el panorama financiero en el futuro.
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ser_ngmi
· hace10h
Se puede confiar en el código, pero los políticos mejor ni pensarlo, esta vez sí que hay algo de fondo
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CrossChainMessenger
· hace10h
La verdadera cuestión es, ¿quién se atreve a ser el primero en probarlo?
Para mí, esta tecnología es ideal en teoría, pero en la práctica, ¿cómo puede un banco central ceder el control tan fácilmente...
Confío en que ahorrar dinero puede generar intereses automáticamente, y las transferencias sin coste también son posibles, pero cuando llegue la crisis, ¿de qué sirve la transparencia en la cadena? El código no puede correr solo, la gente todavía tiene que actuar.
Las economías marginales quizás realmente tengan que apostar por esto, de lo contrario, no hay salida.
Esperemos a que algún país adopte realmente USDD como moneda oficial, eso sería interesante... ahora todo son solo palabras.
La sombra de la centralización siempre está allí, decir que se va a confiar en un sistema descentralizado, qué risa.
Mirando hacia atrás desde el punto de 2025, la integración de las criptomonedas con la soberanía nacional ya no es una fantasía. Las stablecoins con respaldo excesivo, representadas por USDD, esencialmente construyen un "marco de banco central impulsado por código". Si un país realmente las adopta como moneda legal, significa renunciar activamente al poder de emitir dinero de forma descontrolada, pero a cambio se reconstruye por completo el sistema de crédito internacional. Piensa en ello, todos los activos en garantía (como BTC, TRX) son verificables en la cadena, y esa transparencia en sí misma es la mejor señal de financiamiento: los inversores pueden ver claramente la situación financiera de inmediato.
Lo más radical es el cambio en la estructura del poder financiero. Las personas ya no poseen billetes que se deprecian cada año, sino activos reales que pueden acceder directamente al ecosistema DeFi global. Ahorrar genera intereses automáticamente, las transferencias son instantáneas y casi sin costo—lo que equivale a dar un salto de un siglo en infraestructura financiera, entrando directamente en la era de la civilización digital.
Pero también hay riesgos evidentes. La gobernanza de este tipo de stablecoins todavía tiene un toque de centralización, entregando la política monetaria al código y a la operación de nodos globales. Cuando una crisis financiera golpee, podría enfrentar reacciones en cadena más complejas que las del sistema financiero tradicional. Además, la presión de contrarrestar desde el sistema financiero internacional tradicional no es poca cosa.
En definitiva, esto es una prueba de alto riesgo. Pero para las economías en la frontera del orden financiero global, puede ser la única oportunidad de revertir la situación. Si las stablecoins realmente evolucionan hasta convertirse en la moneda legal de un país, esa será la prueba definitiva: en la era de la economía digital, ¿la transparencia del código podrá finalmente superar las promesas políticas y convertirse en el respaldo más confiable de un país?