A mediados de año, lo subestimé y realmente pensé que solo pudiéramos avanzar más allá de los métodos de aprendizaje por refuerzo. Resultado: me equivoqué. No tuve la oportunidad de probar esos modelos de código en un entorno real, pero luego, al probar una versión más actualizada, me di cuenta de que ya habíamos superado el punto de inflexión. La mejora en el rendimiento en un corto período de tiempo fue demasiado evidente, ya no es una mejora progresiva, sino una transformación cualitativa. Tengo que admitir que mi juicio fue erróneo.