Hay una frase que ahora entiendo especialmente bien: muchas personas solo abren los ojos después de una liquidación.

En estos años haciendo contratos, he visto a demasiadas personas, que cuando ganan se sienten invencibles, y una liquidación los devuelve directamente a la casilla de salida. Hablando claro, el 90% de las veces el capital principal se va a cero, y no es culpa del mercado, sino que desde el momento en que entraron, no tenían el concepto de poner un stop-loss. Casi todas las historias de liquidación empiezan con esa frase de "espera un poco más".

Yo mismo no he sido la excepción. BTC, SOL, ambos fueron liquidado por aguantar demasiado, y las órdenes de HOT y SUI son aún más complicadas de explicar. En ese momento pensaba que las correcciones eran oportunidades, pero resultó que me convertí en uno de los que fueron cosechados por los manipuladores del mercado.

Luego entendí que poner un stop-loss no tiene nada de complicado, solo hay dos principios. El primero es que al abrir una posición, hay que establecer un stop-loss primero, y la distancia del stop debe estar inversamente relacionada con el apalancamiento — si usas 20 veces de apalancamiento, la pérdida máxima permitida es del 5%, y hay que aceptar esa pérdida rápidamente, sin sentimentalismos. El segundo es que, al obtener ganancias, hay que gestionarlas dinámicamente: si ganas, sube la línea de stop-loss, porque el mercado puede retroceder, pero tus beneficios no deben desaparecer por completo.

Y hay un detalle que suele pasarse por alto: después de perder tres veces seguidas, hay que salir del mercado con calma, y cuando estás en racha ganadora, lo primero es retirar las ganancias y asegurarlas. En definitiva, poner un stop-loss nunca es rendirse, sino una forma de sobrevivir. Las oportunidades en este mercado siempre existen, pero el requisito previo es que sigas vivo y que aún tengas capital.