La última gran acción de la Reserva Federal ha generado bastante atención: se eliminó el límite de 5000 millones de dólares en la herramienta de recompra, y ahora se implementa de forma normalizada. En realidad, no se trata de un gran gasto indiscriminado, sino de una medida defensiva de gestión de liquidez.

¿Pero por qué hacer esto? En pocas palabras, es para evitar que vuelva a ocurrir una escasez de dinero como en 2019. Actualmente, la Reserva Federal está en la fase final de reducir su balance, al mismo tiempo que debe hacer frente a las perturbaciones causadas por las políticas arancelarias. En lugar de esperar a que los problemas exploten y reaccionar de forma pasiva, es mejor actuar proactivamente para estabilizar la situación. La estrategia política ha pasado de ser un parche a una medida preventiva.

Pero hay que tener en cuenta que la cantidad real de liquidez inyectada todavía depende de la demanda real del mercado, además de que la meta de inflación sigue allí, por lo que no hay que preocuparse por una expansión descontrolada de la liquidez.

¿Y qué impacto tendrá en el mercado? A corto plazo, activos con alta elasticidad como BTC serán los primeros en beneficiarse; si la aversión al riesgo aumenta, estos activos tienden a liderar las subidas. Las acciones de crecimiento en EE. UU. también pueden beneficiarse por la reducción en los costos de financiamiento. Pero hay un riesgo: si la inflación vuelve a repuntar, la Reserva Federal podría verse obligada a endurecer la política, y en ese momento, la volatilidad de los activos criptográficos se intensificará considerablemente.

En cuanto a la operativa, a corto plazo, hay que centrarse en el rendimiento de BTC, y a mediano plazo, en las ganancias del mercado de EE. UU. y en el ritmo de reducción de las tasas de interés como puntos de referencia. Los datos clave siguen siendo la inflación y las señales de política de la Reserva Federal. Los inversores deben estar siempre preparados para ajustar sus posiciones, y mantener una vigilancia constante sobre los cambios en las tasas de interés y los indicadores de advertencia económica.