El tiempo y la vida de los traders tienen un precio, todo se ha fijado en las ganancias. La juventud en realidad no tiene precio, pero al hacer operaciones, se le asigna un valor. De repente, siento un poco de tristeza.
Muchas veces, en mi interior, protesto. Pero en la mayoría de las ocasiones, simplemente me doy la vuelta y sigo estudiando📚 Al fin y al cabo, todavía no he aprendido lo suficiente por mí mismo.
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El tiempo y la vida de los traders tienen un precio, todo se ha fijado en las ganancias. La juventud en realidad no tiene precio, pero al hacer operaciones, se le asigna un valor. De repente, siento un poco de tristeza.
Muchas veces, en mi interior, protesto. Pero en la mayoría de las ocasiones, simplemente me doy la vuelta y sigo estudiando📚 Al fin y al cabo, todavía no he aprendido lo suficiente por mí mismo.