La crisis de liquidez en DeFi sigue siendo severa. El problema actual no radica en la insuficiencia de volumen, sino en una distribución demasiado dispersa: la liquidez que atraviesa múltiples cadenas de bloques opera de manera independiente, lo que provoca la falla del mecanismo de descubrimiento de precios y una profunda falta de profundidad en las operaciones. Esta situación de fragmentación obliga a la mayoría de los nuevos proyectos a depender de los intercambios centralizados tradicionales para mantener la actividad comercial. Pero el costo de esto es evidente: aunque la liquidez en las etapas iniciales del lanzamiento del proyecto es abundante, una vez que la popularidad disminuye y los creadores de mercado se retiran, la liquidez se seca instantáneamente. Esta situación impredecible está erosionando la confianza de los usuarios en DeFi. Para romper este ciclo, no basta con inyectar más capital, sino que es necesario reestructurar fundamentalmente la liquidez entre cadenas y establecer un mecanismo unificado de descubrimiento de precios. Algunos proyectos están intentando seguir este camino, tratando de tejer la liquidez fragmentada en una red completa.