El nuevo primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, ha enviado recientemente señales claramente dovish, afirmando que en esta etapa no es momento de subir las tasas de interés. Esta medida ha impactado directamente en las expectativas del mercado sobre una apreciación del yen. Desde octubre, el tipo de cambio del yen frente al dólar ha caído cerca de un 4%, volviendo a una tendencia débil.
Presión a corto plazo, reversión del sentimiento del mercado
Los fondos de cobertura originalmente esperaban que Ishiba adoptara una postura monetaria más dura, y comenzaron a construir posiciones alcistas en yen. Pero el cambio de política real ha frustrado esas apuestas. Yujiro Goto, director de estrategia de divisas en Nomura Securities, señaló: «Considerando que los datos de empleo en EE. UU. fueron sorprendentemente sólidos, la probabilidad de que el yen frente al dólar alcance rápidamente los 150 ha aumentado significativamente.»
El punto de vista del estratega jefe de Mizuho Securities, Shoki Omori, es aún más pesimista, y cree que el yen podría incluso caer hasta los 155. Los datos de empleo no agrícola en EE. UU. superaron las expectativas, lo que ha reducido las expectativas del mercado de una flexibilización agresiva por parte de la Reserva Federal. La ampliación del diferencial de tasas entre EE. UU. y Japón se ha convertido en el principal impulsor para depreciar el yen.
Optimismo a medio plazo, el señor Yen apoya la apreciación
Sin embargo, no todos los análisis son pesimistas respecto al yen. Sakakibara Hidekazu, quien ganó la reputación de «Señor Yen» por su precisión en la gestión del mercado de divisas durante 1997-1999 como ministro de Finanzas de Japón, ha expresado una opinión muy diferente recientemente. Sakakibara, actual director del Instituto de Estudios Económicos de Japón, afirmó que, aunque la presión a corto plazo para la depreciación del yen será difícil de eliminar, de cara a 2025, con la posible debilidad de la economía estadounidense y la relativa fortaleza de la economía japonesa, no sería sorprendente que el yen se aprecie hasta los 130.
La lógica detrás de esta predicción radica en que la diferenciación progresiva en los ciclos económicos de EE. UU. y Japón cambiará el actual escenario del diferencial de tasas.
Tendencia política clara, el diferencial de tasas EE. UU.-Japón domina
Los analistas señalan que tanto el gobierno japonés como el Banco de Japón han adoptado una postura conservadora respecto a la subida de tasas, y no se esperan cambios en la política en el corto plazo. Esto significa que los factores decisivos que influirán en la tendencia del yen seguirán siendo el diferencial de tasas entre EE. UU. y Japón, especialmente los datos económicos estadounidenses y las decisiones futuras de la Reserva Federal. Los inversores deben seguir de cerca estas dos variables para determinar cuál de los objetivos de precio, 150 a corto plazo o 130 a medio plazo, se alcanzará primero.
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¿El señor Yen es optimista con 2025? En el corto plazo, el yen podría alcanzar 150, y en el mediano plazo, una oportunidad de reversión
El nuevo primer ministro de Japón, Shigeru Ishiba, ha enviado recientemente señales claramente dovish, afirmando que en esta etapa no es momento de subir las tasas de interés. Esta medida ha impactado directamente en las expectativas del mercado sobre una apreciación del yen. Desde octubre, el tipo de cambio del yen frente al dólar ha caído cerca de un 4%, volviendo a una tendencia débil.
Presión a corto plazo, reversión del sentimiento del mercado
Los fondos de cobertura originalmente esperaban que Ishiba adoptara una postura monetaria más dura, y comenzaron a construir posiciones alcistas en yen. Pero el cambio de política real ha frustrado esas apuestas. Yujiro Goto, director de estrategia de divisas en Nomura Securities, señaló: «Considerando que los datos de empleo en EE. UU. fueron sorprendentemente sólidos, la probabilidad de que el yen frente al dólar alcance rápidamente los 150 ha aumentado significativamente.»
El punto de vista del estratega jefe de Mizuho Securities, Shoki Omori, es aún más pesimista, y cree que el yen podría incluso caer hasta los 155. Los datos de empleo no agrícola en EE. UU. superaron las expectativas, lo que ha reducido las expectativas del mercado de una flexibilización agresiva por parte de la Reserva Federal. La ampliación del diferencial de tasas entre EE. UU. y Japón se ha convertido en el principal impulsor para depreciar el yen.
Optimismo a medio plazo, el señor Yen apoya la apreciación
Sin embargo, no todos los análisis son pesimistas respecto al yen. Sakakibara Hidekazu, quien ganó la reputación de «Señor Yen» por su precisión en la gestión del mercado de divisas durante 1997-1999 como ministro de Finanzas de Japón, ha expresado una opinión muy diferente recientemente. Sakakibara, actual director del Instituto de Estudios Económicos de Japón, afirmó que, aunque la presión a corto plazo para la depreciación del yen será difícil de eliminar, de cara a 2025, con la posible debilidad de la economía estadounidense y la relativa fortaleza de la economía japonesa, no sería sorprendente que el yen se aprecie hasta los 130.
La lógica detrás de esta predicción radica en que la diferenciación progresiva en los ciclos económicos de EE. UU. y Japón cambiará el actual escenario del diferencial de tasas.
Tendencia política clara, el diferencial de tasas EE. UU.-Japón domina
Los analistas señalan que tanto el gobierno japonés como el Banco de Japón han adoptado una postura conservadora respecto a la subida de tasas, y no se esperan cambios en la política en el corto plazo. Esto significa que los factores decisivos que influirán en la tendencia del yen seguirán siendo el diferencial de tasas entre EE. UU. y Japón, especialmente los datos económicos estadounidenses y las decisiones futuras de la Reserva Federal. Los inversores deben seguir de cerca estas dos variables para determinar cuál de los objetivos de precio, 150 a corto plazo o 130 a medio plazo, se alcanzará primero.