El ecosistema de criptomonedas continúa fragmentándose en verticales especializadas, mientras que la consolidación sigue siendo esquiva. Las cadenas de bloques centradas en la privacidad captaron la atención de los inversores y dominaron el discurso en este ciclo. Mientras tanto, las capas 1 orientadas al rendimiento compitieron ferozmente por ofrecer experiencias de usuario de nivel web2. Las infraestructuras de cadenas de aplicaciones y los centros de coordinación evolucionaron sustancialmente, emergiendo como la columna vertebral para implementaciones de cadenas específicas del ecosistema.