El Banco de Inglaterra enfrenta una decisión difícil respecto a las tasas de interés, ya que la inflación muestra signos de enfriamiento mientras aumentan las presiones fiscales. Con el crecimiento de los precios desacelerándose, parecería que las reducciones de tasas están sobre la mesa, pero los planes de gasto del gobierno podrían complicar esa perspectiva. Este equilibrio delicado entre controlar la inflación y gestionar las restricciones presupuestarias no es solo un problema del Reino Unido. Las decisiones de los bancos centrales repercuten en los mercados globales, afectando desde activos tradicionales hasta monedas digitales. Los cambios en la liquidez son importantes, y cuando las principales economías ajustan su postura monetaria, la apetencia por el riesgo en todos los mercados, incluido el cripto, tiende a seguir esa tendencia.