A los 25 años, me dejé llevar e incursioné en varias "vías de dinero rápido" — desde P2P hasta moneda virtual, siempre pensando en enriquecerme de la noche a la mañana, hasta que a los 30 años caí en picada: no solo perdí todos mis ahorros, sino que también debía más de 200,000 en deudas.
Los días de aquellos años, ahora que lo pienso, me dan escalofríos: todos los días bombardeado por llamadas de cobradores, sin atreverme a decir la verdad a mi familia, escondido en mi habitación de alquiler comiendo fideos instantáneos, mirando en mi teléfono la notificación de "saldo a cero", casi me qued
Ver originales