La última actualización de OKB presenta un enfoque estratégico de deflación de tokens, revelando planes para retirar 65.25 millones de tokens, limitando la emisión total a 21 millones. En seis años, se destruyeron sistemáticamente 213.7 millones de tokens, lo que resultó en impactos significativos en el mercado, incluyendo un aumento del 36.5% en el precio durante un evento importante de destrucción. Esta evolución refleja un cambio hacia un marco de valoración impulsado por la demanda, transformando la tokenómica de OKB.