
Altcoins designa cualquier activo cripto que no sea Bitcoin.
Este término engloba todas las criptomonedas excepto Bitcoin, independientemente de la blockchain. Los altcoins se negocian en exchanges y se gestionan en wallets on-chain. Las categorías más comunes incluyen tokens de cadena pública (empleados para operar la red y pagar comisiones de gas), tokens de capa 2 (facilitan transacciones más económicas), stablecoins (vinculadas a monedas fiat o activos para reducir la volatilidad), utility tokens (para pagar comisiones de plataforma o acceder a servicios), governance tokens (para votar en la comunidad) y meme coins (movidas sobre todo por el entusiasmo comunitario).
Los altcoins presentan diferencias notables en sus casos de uso y perfiles de riesgo. Algunos se aplican en el mundo real, mientras otros dependen de narrativas y especulación. Es esencial conocer su modelo de emisión, propósito y liquidez para tomar decisiones informadas.
Influyen directamente en tus resultados de inversión y experiencia on-chain.
En el mercado cripto, los altcoins representan una parte relevante del valor total y son clave para los rendimientos en ciclos alcistas y bajistas. Muchas actividades on-chain requieren tokens específicos para pagar comisiones o participar en la gobernanza. Por ejemplo, para operar en DeFi mediante préstamos o staking, necesitas el token correspondiente.
Comprender los altcoins te permite diversificar riesgos y descubrir oportunidades. Por ejemplo, los tokens de cadena pública y capa 2 pueden beneficiarse de picos de actividad en la red; las stablecoins facilitan transferencias de capital y cobertura; las meme coins suelen ser muy volátiles, con oportunidades a corto plazo y mayor riesgo. Dominar estas diferencias facilita una mejor gestión de cartera tanto en exchanges como en aplicaciones on-chain.
Los altcoins se emiten y circulan bajo protocolos blockchain.
La mayoría se “mintean” mediante smart contracts que fijan el suministro total, los calendarios de desbloqueo y la posibilidad de quemar tokens. La transparencia y los privilegios de modificación limitados suelen aumentar la confianza. Los calendarios de desbloqueo para equipos y primeros inversores influyen directamente en la presión de venta y la evolución del precio.
Las transacciones se realizan en la blockchain, agrupadas por mineros o validadores. Las comisiones de gas se pagan con el token nativo de la red—por ejemplo, en Ethereum se usa ETH, mientras que algunas redes de capa 2 emplean su propio token para comisiones o gobernanza. Las aplicaciones on-chain integran tokens en staking, préstamos, market making y otros usos, generando demanda de compra/venta que afecta al precio y la liquidez, es decir, la facilidad para negociar los tokens.
Los proyectos de gobernanza permiten a los titulares de tokens votar sobre cambios de protocolo, ajustes de parámetros o gestión de tesorería. Las stablecoins mantienen la estabilidad de precios mediante activos colateralizados o reservas fiat, aunque presentan riesgos de redención y regulatorios.
Su rendimiento se basa en el precio, la utilidad y el interés de la comunidad.
En los exchanges, el comportamiento de los altcoins se refleja en los listados, el volumen negociado y la volatilidad de precios. Por ejemplo, en Gate, los usuarios vigilan nuevos listados, la profundidad de los pares de trading y eventos promocionales, usando operaciones spot o derivados para aprovechar las variaciones de precio. Los tokens con mayor liquidez permiten entrar y salir más fácilmente, con menor slippage.
En las aplicaciones on-chain, los altcoins funcionan como “combustible” o “derechos de voto”. Los tokens de cadena pública pagan comisiones de transacción; los governance tokens permiten votar en actualizaciones de protocolo; los utility tokens se usan en staking, préstamos o market making en DeFi para obtener parte de las comisiones. El mercado de NFT suele liquidarse con stablecoins o tokens de plataforma, mientras que las meme coins impulsan ciclos cortos marcados por el sentimiento comunitario.
Las narrativas de la comunidad pueden amplificar los movimientos de precio. Avances tecnológicos, financiación de ecosistemas o el respaldo de celebridades pueden generar hype temporal—los proyectos sin fundamentos sólidos suelen corregir rápidamente.
Puedes adquirir altcoins en exchanges o wallets on-chain.
Paso 1: Regístrate en Gate y completa la verificación de identidad y la configuración de seguridad. Activa la autenticación en dos pasos para proteger tu acceso y retiros.
Paso 2: Deposita o compra una moneda habitual de trading como USDT. Puedes comprar mediante pasarelas fiat o transferir desde otra plataforma; prueba primero con una cantidad pequeña antes de realizar transferencias grandes.
Paso 3: Busca el altcoin que te interesa en Gate, revisa la profundidad de los pares de trading, anuncios recientes y detalles del proyecto. Fíjate especialmente en la dirección del contrato, el suministro en circulación y el calendario de desbloqueo para evitar tokens falsos.
Paso 4: Haz órdenes por lotes, configura alertas de precio y stop-loss. Evita invertir todo durante alta volatilidad; controla bien el tamaño de tu posición.
Paso 5: Gestiona tus tenencias y exposición al riesgo. Establece niveles claros de toma de beneficios y stop-loss para meme coins volátiles; vigila parámetros y actualizaciones de gobernanza en utility o governance tokens.
Paso 6: Al usar aplicaciones on-chain, retira los tokens a una wallet de autocustodia. Verifica el nombre de la red y la dirección del contrato; haz primero una transacción pequeña para evitar errores o riesgos de seguridad.
Paso 7: Mantén registros y revisa tus operaciones. Documenta tus razones de compra, hitos clave y criterios de salida; no te centres solo en el precio y descuides los fundamentos.
La cuota de mercado y la actividad de altcoins han aumentado este año.
En términos de capitalización, las principales plataformas de datos muestran que la dominancia de Bitcoin se sitúa cerca del 50 % en el tercer y cuarto trimestre de 2025, mientras los altcoins representan entre el 45 y el 50 %. Esto significa que los tokens distintos de Bitcoin suponen casi la mitad del mercado, con la cuota aumentando en periodos de mayor interés. En comparación con 2024, la dominancia de altcoins crece con más facilidad en mercados alcistas, pero se reduce en correcciones.
En cuanto a actividad de trading, varias cadenas públicas y redes de capa 2 han incrementado las transacciones on-chain y direcciones únicas en los últimos seis meses, impulsando la demanda de utility y governance tokens. El sector de las meme coins ha sido especialmente volátil este año; en algunos exchanges, el trading spot relacionado con memes supone entre el 10 y el 20 % del volumen total, reflejando el interés especulativo a corto plazo.
Respecto al suministro y desbloqueos, en el tercer y cuarto trimestre de 2025 muchos proyectos afrontarán grandes desbloqueos de tokens—algunos superando los 100 millones de dólares mensuales. Las variaciones de precio y liquidez en torno a estos eventos son habituales; seguir los calendarios de los proyectos ayuda a reducir riesgos inesperados.
En el ámbito de capital y cumplimiento, el último año ha visto un crecimiento constante en el suministro de stablecoins reguladas y la expansión de pagos transfronterizos y aplicaciones de liquidación on-chain, lo que aporta casos de uso más claros para utility y payment tokens. Para cifras concretas, consulta los informes trimestrales de CoinGecko, CoinMarketCap o TheBlock—revisa las publicaciones más recientes para datos actualizados.
Existen diferencias importantes en posicionamiento, perfil de riesgo y mecanismos de suministro.
Bitcoin se considera “oro digital”, con suministro fijo y reglas simples; su valor se basa en la escasez y el efecto red. Los altcoins son más similares a “acciones de aplicaciones”—sirven para pagar comisiones de gas, ejercer derechos de voto o acceder a servicios descentralizados. Sus estructuras de gobernanza y cambios de parámetros son más frecuentes; las narrativas evolucionan más rápido.
En cuanto a riesgos, Bitcoin ofrece mayor seguridad y descentralización a largo plazo. Los altcoins varían mucho en descentralización y madurez; los privilegios del equipo, vulnerabilidades en smart contracts, presión por desbloqueo de tokens y la incertidumbre regulatoria requieren análisis detallado.
En precio, Bitcoin actúa como “ancla de mercado”, mientras los altcoins suelen superar a Bitcoin en mercados alcistas pero sufren correcciones más profundas en mercados bajistas. Conviene tratarlos como clases de activos distintas al gestionar inversiones y riesgos.
El término “altcoin” surge porque son alternativas a las monedas principales; suelen replicar los marcos técnicos de Bitcoin o Ethereum, pero con mejoras o innovaciones. Como ocurre con los productos “imitación” en el sector empresarial, no es un término peyorativo, sino una etiqueta que distingue activos líderes como Bitcoin y Ethereum del resto de criptomonedas.
Las monedas principales (como Bitcoin o Ethereum) tienen la mayor capitalización de mercado, la seguridad de red más sólida y la adopción más amplia. Los altcoins suelen tener menor capitalización, liquidez inferior y distintos niveles de innovación técnica. En resumen, las monedas principales cuentan con el mayor consenso de mercado; los altcoins son proyectos en proceso de validación—conllevan más riesgos y potenciales recompensas.
No. Bitcoin fue la primera criptomoneda; el resto se divide en monedas principales o altcoins. Las principales, como Ethereum o BNB, tienen blockchains independientes, ecosistemas consolidados y alto valor de mercado—ya no se consideran “altcoins”. El término “altcoin” se usa para proyectos con menor capitalización, reconocimiento limitado o innovación no probada.
Los altcoins conllevan riesgos elevados. Por su baja liquidez, financiación limitada y potencial manipulación de mercado, los nuevos usuarios pueden caer en compras caras/ventas baratas o proyectos fraudulentos. Invierte solo lo que puedas permitirte perder; selecciona proyectos con una hoja de ruta técnica clara y equipos activos; opera siempre en exchanges reputados como Gate para reducir riesgos.
Las innovaciones de altcoins incluyen mejorar la velocidad y el coste de las transacciones (por ejemplo, Solana, Polygon), reforzar la privacidad (por ejemplo, Monero) o cubrir usos especializados (por ejemplo, servicios de oráculos de Chainlink). Algunas innovaciones marcan estándares; otras quedan obsoletas. Evalúa si la innovación de un altcoin resuelve problemas reales y aporta ventajas competitivas.


